Tacha

Nace en Elche (Alicante), donde comienza sus estudios en danza clásica y danza española en la escuela de su madre, Pilar Sánchez. Con 18 años se traslada a Madrid donde comienza su trayectoria profesional bailando con diferentes compañías: Compañía de Carmen Cortés, Manolete, Antonio Canales, El Güito, entre otras.

Durante esa época compagina su trabajo bailando en los tablaos más importantes de Madrid (Corral de la Morería, Venta del Gato, Alcazaba, Al Andalus, Café de Chinitas, etc.) y México (Gitanerías, Triana).

Desde el año 2000 dirige su propio tablao, uno de los más prestigiosos de Madrid, Las Carboneras, donde actualmente baila cada noche.

Es miembro fundador de la compañía Arrieritos con la que ha trabajado en muchas de sus producciones, incluida “13 rosas”, ganadora de los premios Max 2007 al mejor espectácuo y la mejor coreografía. La compañía Arrieritos fue creada en 1996 y desde entonces ha estrenado los espectáculos: “Arrieritos somos” (1996), “Ande yo caliente”’, ‘Todos los gatos son pardos”, “Diario de un abrigo”, “Tablaos, fiestas y saraos”, “Despacio y solitos”, “Entablao” y “Oh solo mío”. La compañía ha conseguido consolidar una línea de trabajo basada en el mestizaje de diferentes estilos tanto musicales como coreográficos entre el mundo del flamenco y el de la danza escénica contemporánea.

También ha desarrollado su labor docente en países como Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Israel, Brasil, así como en diversas escuelas de España. En 2017 impartió un cursillo de flamenco y participó en el tablao de Albuquerque (Nuevo México).

 

Tacha: “En un tablao es todo como más animal”

La codirectora artística y cofundadora del Tablao Las Carboneras, además de bailaora, nos habla de su trayectoria de 28 años en el flamenco, desde “El Güito”, Antonio Canales a Arrieritos; del sueño cumplido que supuso para ella tener un tablao, y de su visión del flamenco actual, que según nos cuenta está entre la vanguardia y lo antiguo.

—El tablao Las Carboneras es la culminación de toda tu trayectoria, es la consecuencia de todo lo que tú querías hacer en el flamenco cuando tenías 18 años?

—Bueno, no lo tenía pensado así como que yo quería tener un tablao, pero es verdad que con el tiempo y cuando empecé a bailar flamenco profesionalmente y me empecé a enterar bien de qué iba a esto el tablao era lo que más me gustaba como forma de expresión. Me encanta bailar con compañías, en teatros y espectáculos, pero el tablao es lo que más me llena a mí. Sí tenía un sueño de tener un tablao.

—Todo se fue dando para llegar a esa conclusión al final que fue el tener un tablao.

—Y fue un sueño que un día soñé y que de repente se dio. Fue una suerte: encontrarme con Manuela [Vega] y con Ana [Romero]. El marido de Manuela [Ernesto Díaz] ya había puesto un restaurante [Las Mañanitas] y la parte hostelera él la conocía muy bien. Cuando vieron este local, ella se dio cuenta de que esto era un tablao: “Ernesto esto es un tablao”. Ella ya llevaba un tiempo en el que había sido mamá y estaba un poco desconectada, pero nosotras habíamos sido compañeras mucho tiempo en otros tablaos y nos conocíamos y sabíamos la forma de trabajar las unas de las otras. Entonces ella nos propuso a Ana y a mí (y a más gente) ser socias del tablao.

—Se os podía haber ocurrido crear una compañía de flamenco, pero se os ocurrió esto otro, que es algo distinto.

—Claro porque nuestro enfoque de baile siempre ha ido más hacia el tablao que hacia el teatro en nuestra forma de ver el flamenco, o de sentirlo, digamos.

—¿Porque prima más la improvisación?

—Sí, porque cuando estás en un tablao todo es improvisado y se crea una energía que no se crea en un escenario cuando está todo montado. La improvisación te hace más libre y por eso es un baile más terapéutico. La verdad es que la sensación que tienes al trabajar así, que no sabes lo que va a pasar, entre vértigo y libertad, es una sensación que no te la da un teatro. En un teatro tienes que ir con un espectáculo montado, la música ensayada, los cortes…, aquí entras y aquí sales… En un tablao es todo como muy tradicional de toda la vida, respetando siempre los cánones y los códigos y todo lo que envuelve al flamenco, pero desde un sitio más animal. Es como ir a ver una jam session, ahí juega el cante, la guitarra, el baile. Es como un juego, la verdad.

—Además, vais variando mucho el grupo de artistas que participan en ese juego.

—Claro, en el tablao cada quince días cambiamos de elenco y la gente está siempre muy viva, muy activa, muy receptiva. Porque, claro, nosotras somos las que estamos siempre ahí, aunque entramos y salimos, pero para los que vienen de fuera siempre hay unos días de adaptación del guitarrista con el otro guitarrista; está Ángel Gabarre, que está siempre fijo, que es uno de los mejores cantaores para baile que hay en Madrid, y todos los cantaores quieren trabajar con él porque aprenden mucho. Así que se crea… en el tablao nuestro la gente profesional va por gusto, porque le gusta mucho trabajar ahí, porque nuestra forma de llevar el cuadro y trabajar les incita, les provoca y les mueve, les gusta mucho, disfrutan un montón.

—¿Te gustaría mencionar a gente que te ha marcado en tu época de bailar en compañías y tablaos?

—Sí, claro, he coincidido con muchísima gente. Pero lo que más me marcó fue estar con Antonio Canales, con todos los músicos que llevaba, con “El Viejín”, con Ramón Jiménez, que aprendí muchísimo de ellos, pero también he estado con “El Güito”, aunque con él fue como esporádico. Con Antonio estuve cinco años. Luego aparte con mis compañeros montamos una compañía, Arrieritos, que todavía existe, lo que pasa es que yo ya no estoy en las producciones nuevas, pero ahí también fue también una labor muy bonita la que hicimos porque estuvimos investigando con el flamenco y el contemporáneo; yo no lo llamaría fusión porque yo seguí bailando flamenco, en Arrieritos no bailaba nada más que flamenco, pero digamos que el concepto del espectáculo era más contemporáneo y supuso también un cambio para toda la gente flamenca y su forma de montar espectáculos: Arrieritos fue pionero en ese campo.

—Y después de haber visto estos dos aspectos del flamenco, ¿qué sensación tienes tú de por dónde va el flamenco hoy en día, tanto de tablao como de teatro?

—¿Ahora? Bueno, ahora hay tanto… Hay dos extremos ahora mismo, es lo que yo veo. Está en el extremo Israel Galván, que es como lo más…, hay mucha gente que no lo considera flamenco, como los puristas. Que yo sí que lo veo flamenco, lo que pasa es que él está como en la estratosfera, él es como que baila flamenco en 3D, es de otra galaxia. Pero para mí usa el flamenco y sabe muy bien cómo usarlo, la verdad. Está ese extremo… O Rocío Molina, que también es una investigadora. Y luego el flamenco está, entre el resto de los mortales, porque esos son inmortales, jaja, entre los demás hay mucha gente, que baila muy bien, que está volviendo a lo más antiguo. Es como la moda, que ahora se lleva lo de los ochenta, los setenta, los sesenta, que va cíclica. Pues en el flamenco está pasando un poco lo mismo, se está volviendo mucho a buscar en lo antiguo, en la forma de bailar antiguamente, claro que con la evolución que ha tenido aparte el baile, la guitarra y el cante. A la gente joven hoy en día yo la veo enfocándose a la forma más antigua de baile.

—Otro de los logros que habéis tenido con el tablao es la creación de un concurso de baile, que es donde se ve lo que se está cociendo ahora.

—Ahí está. Es que la mayoría de concursos que hay en el flamenco, aunque no todos, tú llegas con tu baile preparado. Realmente, este concurso está pensado para tablao, tú a un tablao llegas y no ensayas con nadie, tú subes y bailas y ahí cada uno sabe su profesión. En ese aspecto está enfocado el concurso, que la gente venga sin ensayar, que baile con los músicos que nosotros les ponemos, y así están todos en igualdad de condiciones y tienen que saber bailar todos los palos: nosotros les pedimos que nos digan mínimo tres palos para que no coincidan y se pueda armar un espectáculo; al mismo tiempo que hacemos un concurso, estamos viendo un espectáculo, la gente viene a verlo y no puede haber cuatro alegrías o soleás. El concurso está teniendo una repercusión muy chula porque también ha pillado en un momento de crisis y para nosotros es un esfuerzo, pero por otro lado, vemos que la gente no tiene ninguna meta, no tiene ilusión porque no hay trabajo y esto, quieras que no, les motiva para ponerse una meta o para al menos disfrutar un día de trabajar con unos pedazos de músicos y se crea un ambiente chulísimo, todos los compañeros van, todo el mundo apoya a todo el mundo, un día para disfutar de los músicos que tienen detrás para que ellos se expresen lo mejor posible.

—Pues gracias.

—De nada, jaja.

 

Tacha, bailaora y cofundadora de Las Carboneras

«Mantenemos la tradición que había en Madrid de cantar los jaleos»

«Sobre quién destacaría yo sobre mi formación artística, he tenido muchísimos maestros de flamenco maravillosos con los que he aprendido muchas cosas, pero yo, en esta ocasión, me gustaría destacar a mi madre, Pilar Sánchez, que fue la que me enseño la danza clásica y la escuela bolera. Me enseñó una base clásica muy fuerte que luego me ha servido en mi profesión para muchas cosas que he hecho de flamenco y con mi compañía, Arrieritos, en la que hicimos un encuentro de diferentes lenguajes dentro de la danza. También me enseñó la disciplina, a amar la danza y a estar en un escenario desde pequeñita. Fue un aprendizaje muy bonito y todos los años pisábamos escenarios desde bien pequeña. Entonces, destacaría a mi madre porque siempre es verdad que la disciplina te la inculcan desde pequeño y el amor por la danza y el respeto hacia los maestros.

»Yo estuve dos años intermitentes en México y, cuando volví sobre el año 92, lo primero que hice más importante fue en la Sala Caracol con Belén Maya tocando las palmas y bailando. Ahí me vieron bailar y, a los dos o tres días, un día estaba en casa y me dice mi novio: “Te llama por teléfono Antonio Canales”. Yo estaba lavando ropa a mano porque no tenía lavadora, estaba lavando mi ropa de baile en la bañera, ahí raca, raca. Yo pensaba que era una broma y él me insistió para que me pusiera. Me puse al teléfono y me quedé muerta, en esa época no había móviles ni había de nada. Y me dijo si quería entrar en la compañía, que a la semana siguiente nos íbamos a Canadá. Y en una semana me tuve que aprender todo el repertorio que llevaba. Casi me muero. Claro, en esa época Antonio Canales estaba en pleno auge y para mí fue, vamos, maravilloso. Es una anécdota que tengo muy grabada, pero sobre todo el hecho de estar lavando ropa en la bañera y no creérmelo.

»Para mí bailar en un tablao es, primero, terapéutico. Segundo, entras en un estado de meditación tal, por el nivel de improvisación que hay y la concentración que tienes que tener, así como la comunicación entre los compañeros y el trabajo en equipo, que es maravilloso. Es como estar meditando y, a la vez, me siento libre y hay incertidumbre, son muchas sensaciones a la vez. La incertidumbre de no saber qué va a pasar, la maravilla de las energías, cómo fluyen, unos días muy bien y otros días fluyen muy mal, pero es la incertidumbre que te causa. Luego, la libertad. Sobre todo, eso, que para mí es muy terapéutico y enriquecedor.

»Las Carboneras. Es uno de los tablaos más importantes de Madrid, yo lo colocaría entre los tres primeros más importantes de Madrid, donde los artistas se sienten muy cómodos y donde hemos creado una forma muy personal de desestructurar los bailes. Hemos creado como una escuela, a nivel artístico. Luego, muchos tablaos se han acoplado a nosotros, por ejemplo al principio en cuanto a horarios. Ahora nosotros nos hemos acoplado a ellos porque hacen los pases todavía más temprano, los tiempos cambian. Pero nuestro tablao fue como una revolución. Y es uno de los tablaos en los que mantenemos la tradición que había en Madrid de cantar los jaleos, aunque ahora los hacemos más modernos y musicalizados, antes se cantaban sin guitarra. Es una tradición de los tablaos de Madrid y somos el único que lo mantenemos. Y creo que para los artistas es muy importante venir a Las Carboneras, a parte de lo bien que se sienten».

Lorena Franco

Toma contacto con la danza por primera vez a los 5 años en la academia de danza Nieves Camacho en Córdoba, continuando su formación en el estudio de baile flamenco Encarna López y Rafael del Pino “Keko”. En danza española estudia en el  Conservatorio Profesional de Córdoba Luis del Río.

En los años 2005-2007 formó parte del Centro Andaluz de Danza bajo la dirección del maestro José Granero. Hace cursos de danza española con Manuel Carrillo, Paco Mora,

Paco Romero o Juanjo Linares. En danza contemporánea estudia con Trinidad Sevillano,

Genesia Kindelan, Anael Martín, Pilar Pérez Calvete, María Rovira o Miguel Vázquez. Además, cursa flamenco con Daniel Navarro, Eva Yerbabuena, Javier Latorre,

Edu Lozano, Andrés Marín, Isabel Bayón, Matilde Coral, Rafael Estévez “Manzaneque”,

Álvaro Paños, Rubén Olmo, Antonio Canales, Nani Paños, Rafael Campallo, Adela Campallo o Andrés Peña.

Desde 2007 hasta hoy, es integrante del Ballet Flamenco Eva Yerbabuena con los espectáculos “5 Mujeres 5” (2007, 2008); “A cuatro voces” (2007-2009); “El huso de la memoria” (2007, 2008); “Santo y seña” (2007-2009); Homenaje X Aniversario Ballet Flamenco Eva Yerbabuena (2008); “Lluvia” (2010-2016); “Federico según Lorca” (2011-2015); “Apariencias” (2016).

Entre 2001-2004 fue integrante del espectáculo “Siempre… flamenco” dirigido por Inmaculada Aguilar y patrocinado por Cajasur, del cual forman parte también personalidades reconocidas como el cantaor José de la Tomasa.

Participación en el espectáculo “Invitación a la danza” organizado por la Orquesta de Córdoba.

Participación en la Gala Flamenca de Baile (Pro Asociación Alzheimer “San Rafael”) en el Gran Teatro de Córdoba.

2005-2006

Actúa en la XIV Bienal de Flamenco, en el Homenaje al maestro Granero (Premio Giraldillo a la mejor coreografía) año 2006.

Participación como solista en el ciclo de actuaciones del cantaor Manuel Cuevas  (ganador del premio Lámpara Minera), destacando la realizada en el Festival del Cante de las Minas de La Unión.

Integrante del  II Congreso Nacional de Danza celebrado en Córdoba.

2007-2008.

Integrante de la Compañía Chiqui de Jerez con los espectáculos “Carmen” y “Pasión Andalusia”, durante una gira en Italia (San Remo, Florencia, Milán, Torino, Catania…).

Actuación en el programa “Scalo 76” de la primera cadena italiana (RAI)

Profesora de danza en la empresa Hini Educare S.L.

Profesora de danza en la Escuela Tempo (Sevilla).

2008-2010

Forma parte del espectáculo “Bailando a Camarón”, dirigido y coreografiado por Javier Latorre.

Participa como solista en un circuito de peñas y tablaos por la provincia de Cádiz.

Participa en el XIII Festival de Jerez, con la Compañía de Andrés Peña y Pilar Ogalla en el espectáculo “Cádiz de la Frontera”.

Ingresa en la Compañía de Daniel Navarro, en el espectáculo “Cálida hondura”, estrenado en la segunda “Noche Blanca del Flamenco” en Córdoba, como solista.

2011-2018.

Trabaja como solista en el tablao Los Gallos (Sevilla), Las Tablas (Madrid), Los Tarantos (Barcelona), Tablao Ramblas (Barcelona), Las Carboneras (Madrid), entre otros.

Forma parte como solista del espectáculo organizado por el Ayuntamiento de Sevilla en colaboración con el Ballet Flamenco Eva Yerbabuena “Devoción y persuasión. Santas de Zurbarán”.

Trabaja como solista y docente en Japón para la empresa Iberia, representada por Teruo Kabaya.

Participa como docente en la escuela Flamenco Estudio Danza dirigida por Tamara López y Úrsula López.

Forma parte de la Compañía flamenca Condarça con el espectáculo Romero de Torres.

Colabora como solista en el espectáculo “Rojo y rosa” del guitarrista Agustín Carbonell “El Bola”.

Comienza la labor de repetidora en el Ballet Flamenco Eva la Yerbabuena.

2017

Forma parte del elenco del Tablao Garlochi en Tokio durante los meses de febrero, marzo y abril.

Docente en escuelas como Alicia Márquez y Flamenco Estudio Danza de Úrsula López.

Bailarina solista del Tablao Flamenco Los Gallos.

Entrevista Lorena Franco

 

«El tablao es lo más natural , lo más auténtico y donde más se aprende»

 

«Sobre mi formación profesional, creo que fue una de las etapas más bonitas, la que yo recuerdo con más cariño, una etapa también con mucha verdad y muchas ganas. Como anécdota, recuerdo mi primer contrato, que fue en el Tívoli, en Málaga. Fue un poco una revelación, me lo pasé muy bien porque iba entre amigos y fue en plan: yo esto no puedo dejar de hacerlo. Dejé de estudiar, que estaba estudiando la carrera, creo que tenía 18 años. Lo vi claro: tenía que bailar.

»Como vivencias que pasen en esta profesión hay muchas porque, además, esto es tan cambiante, hoy estás aquí y mañana estás allí, ahora tienes un contrato corto en esta ciudad, ahora tienes un contrato largo en otra, ahora tienes mucho y ahora tienes poco… Creo que vives tantas cosas que acordarte de ellas a veces es complicado. Además, somos personas que nos adaptamos mucho al cambio puesto que no nos queda otra. Y así se viven muchas anécdotas y vivencias distintas. Pero si tengo que decir algo que me marcase el camino creo que fue el haber entrado en el Centro Andaluz de Danza con el maestro Granero de director, que fue lo que hizo que me viniera a Sevilla. Y, una vez en Sevilla, cuando entré en la compañía de Eva la Yerbabuena. Creo que eso fue lo que me marcó el camino y para mí fueron unos años muy especiales. También unos años que marcaron mi manera de ver el aprendizaje fueron cuando fui repetidora de Eva, un tiempo en que aprendí y amplié mi visión. A ella le tengo que agradecer mucho. Anécdotas hay miles, pero eso que he dicho es algo que sí que marca.

»Y el tablao para mí es un aprendizaje totalmente auténtico, lo que pasa ahí es natural, es verdad. Sobre todo, cuando consigues comunicar o dar lo que quieres o conectar con lo que tienes que conectar y consigues expresarlo, eso es ya fantástico, es lo mejor de todo, lo mejor y la recompensa a todo. Y te vas a tu casa contenta y dices guau, he podido. Luego hay días que no se puede, por eso, porque es verdad y todos los días no se está igual y no tienes la misma capacidad o el entendimiento no es el mismo, pero para mí el tablao creo que es lo más natural , lo más auténtico y donde más se aprende».

Olga Llorente

Olga Aznar García, más conocida como Olga Llorente (Sant Adriá de Besós, Barcelona, 1990), es bailarina y coreógrafa. Graduada en Danza Española en el Conservatorio Profesional de Barcelona (Institut del Teatre). Formación en la escuela de flamenco La Tani y en la escuela de Pilar Domínguez. Posteriormente recibe clases de maestros como Antonio Canales, Javier Latorre, Farruquito, La Chana,  Marco Flores, Belén Fernández, Rafael del Carmen, Rafaela Carrasco, Carmen Ledesma, Antonio El Pipa,  Eva Yerbabuena, Belén Maya, entre muchos otros.

Ha colaborado como bailarina en la película “Flamenco” del director Carlos Saura. Actuó en el festival Más y Más en el tablao Los Tarantos (agosto 2008); en la obra “Fedra” dirigida por Javier Latorre y Miguel Narros compartiendo escenario con Lola Greco, Alejandro Granados, Amador Rojas, Carmelilla Montoya (2009-10); en el festival de Gorbió (Francia) en el 2013; en el Círculo de Bellas Artes de Madrid junto a Rafael Amargo (2013); en el espectáculo  Ópera y Flamenco en el teatro Poliorama y Palau de la Música de Barcelona (2013-14); en el Teatro Real (Madrid) junto a Ara Malikian en noviembre de 2014; en los jardines del Generalife en el festival de Granada y Lorca como primera bailarina con el espectáculo “Poeta en Nueva York” de Rafael Amargo (2015); en la compañía de Antonio Canales (2015); en el festival de Jazz de AARUS junto a Perico Sambeat y la orquesta de jazz de Dinamarca (2016 y 2017).

Ha colaborado como coreógrafa en el espectáculo de José Agudo (coreógrafo/asistente de Akram Kham) en su espectáculo “Silk Road”.

Ha realizado actuaciones y giras en Colombia, Santo Domingo, China, Israel, Turquía, Corea, Rusia, Alemania, Francia, Japón, Argentina, Marruecos, etc.

Ha bailado en los siguientes tablsos: Los Tarantos, Tablao del Carmen, El Molino y El Cordobés (Barcelona), Los Gallos, El Arenal y Museo de Cristina Hoyos (Sevilla), Tablao Albaicín (Granada), Tablao Villarosa, Corral de la Morería, Casa Patas, Tablao Cantares, Las Carboneras y La Estación de los Porches (Madrid). Ha actuado en Japón en el tablao El Flamenco en 2010-2011 y en Garlochi en 2017-2018

Ha compartido escenario con artistas de la talla de Pastora Galván, El Farru, José Maya, Marco Flores, Manuel Liñán, La Repompa, Belén Maya, Diego Carrasco, Juan Ogalla, El Junco, Rafael del Carmen, Barullo, etc.

Premio “Vicente Escudero” por su baile por seguirilla en el año 2006 en el VIII Certamen de Jóvenes Valores de la ciudad de L’Hospitalet. Primer premio en Danza Española en el Certamen de danza de la ciudad de Castellón de 2009. Concurso de la Perla de Cádiz, premio al baile libre por siguirilla en el año 2013.

 

Entrevista Olga Llorente

 

«Para mí fue un cambio de etapa muy significativo el momento en que me fui a Madrid a vivir, abriendo la mente y viendo el flamenco de otra manera: mucho más amplia, diferentes estilos…

»En mi baile me he influenciado por muchos maestros, intentando tener mi propia personalidad, pero a la misma vez influenciándome por maestros como Juana Amaya, Antonio Canales, Carmen Amaya, La Chana, entre muchos otros.

»Para mí el tablao es donde se vive el auténtico flamenco, el público que viene a un tablao recibe muy de cerca todo lo que un bailaor desprende con su baile.
Para mí es uno de los sitios donde mejor me siento gracias a que la comunicación que tengo con mis compañeros es muy cercana, es como si tuviéramos una conversación en la que cada compañero interviene, aportando todo lo que tiene. Es el lugar donde yo dejo fluir todas mis emociones. Siempre intento seguir avanzando y el tablao es el lugar que me da la oportunidad de continuar con mi aprendizaje».

Tamar González

Nace en Madrid. A los 8 años se inicia en la danza y a los 11 años comienza los estudios en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, cursando hasta 5° de Ballet clásico y la carrera de Danza Española.

Su carrera artística comienza a los 15 años en la compañía de Paco Romero con “Tríptico flamenco”. Dos años más tarde entra a formar parte de la compañía de Rafael Aguilar  con los espectáculos “Carmen”, “Bolero”, “Yerma” y ”Rango”.

Paralelamente enriquece sus estudios con Aurora Bosch, Carmen Roche, Rosa Naranjo, José Granero, Ciro, Paco Romero, Merche Esmeralda, Manolete, Javier Latorre, Antonio Canales, Joaquín Grilo, entre otros. Ese mismo año comienza a trabajar en el Cafe de Chinitas  de Madrid.

Ha formado parte de la compañía de José Antonio y sus Ballets Españoles con las coreografías de “La vida breve”, “El sombrero de tres picos” y “Goya en danza”. Poco después, trabaja en la compañía de Paco Peña con “Arte y pasión”, junto a los hermanos Losada durante tres años.

En 1999 entra a formar parte de la compañía de Antonio Márquez  en la que impartían clases el maestro Granero, Raúl Tino y Nuria Leiva, entre otros, en la que interpreta espectáculos como “Reencuentros”, de Granero, ”Movimiento flamenco” de Javier Latorre, y “Después de Carmen”. En 2000 traslada su residencia a Japón durante dos años, colaborando como subdirectora del espectáculo de Parque España “Corazón Flamenco”, coreografiado por Rafael Martos.

En 2002 colabora en el musical “Las mil y una noches”, producido por Tito Losada y coreografiado por Antonio Canales y Juan Andrés Maya. Además trabaja en la compañía Teatro del Duende con la obra de “Entre palos”, también coreografiada por Juan Andrés Maya y Pepa Carrasco.

Ha trabajado con las compañías de Diego Llori, Pascal Gaona (ex-bailarín del Ballet Nacional), Francisco Velasco (primer bailarín del Ballet Nacional); Bruno Argenta y Natalia Ferrandiz con “VOY!”, una obra dirigida por Teresa Martín, así como en la compañía Carmen Cortés con “Mujeres de Lorca”; María Pagés, con los espectáculos “Sevilla” y “Canciones antes de una guerra”, Gala inaugural de la presidencia UE en el Teatro Real. (2005-2008).

En 2007 formó parte de Los jóvenes flamencos del siglo XXI en el tablao El Cordobés de Barcelona. En 2008 trabaja en la Expo de Zaragoza con la compañía de Alfonso Losa. En 2010-2011, participa en el Tablao de Carmen de Barcelona en el ciclo de Jóvenes Flamencos como artista invitada. En 2012 trabaja en la Compañía de Alfonso Losa en el Festival de Alburquerque e imparte clases en el mismo.

En 2010 comienza a viajar a la India con diversos espectáculos durante cuatro años, unas giras en las que destacan: “Sufí sutra” y el  Jodhpur Flamenco & Gypsy Festival en Rajasthan, compartiendo escenario con Pepe Habichuela, Josemi Carmona, Chano Domínguez y Agustín Carbonell  “El Bola”.

Espectáculo “Dressed to Dance” en el Guggenheim Museum New York.

“Suma flamenca de Madrid” del 2014 en el Corral de la Moreria.

“Retiro Flamenco” de Rafael Casado, presentado en gira por Corea del Sur (2016).

“Sed”, dirigido por Carlos Chamorro y presentado en Tel Aviv (Israel 2016).

“Samsara, un espectáculo de flamenco”, presentado en el Festival Centenario Nayarit en México (2017)

Ha actuado en fiestas privadas para personalidades tales como el ex-presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, los Reyes de España doña Sofia y don Juan Carlos, en la gala inaugural de la presidencia para los miembros de la Unión Europea en el Teatro Real de Madrid.

Como docente ha impartido clases en la Fundación Casa Patas (Madrid, España), Festival de Albuquerque (EEUU), en Munster (Alemania), Viena (Austria), Festival Sufí Sutra (India), Las Cabales (Guadalajara, México), Betty Villareal (Monterrey, México) y en J.P. Carlos en Tokio (Japón). Ha impartido clases magistrales en el Festival Centenario Nayarit y en la Escuela de Música y Danza de Alcobendas (España).

Actualmente trabaja en los más prestigiosos tablaos madrileños, como Las Carboneras, Villa Rosa, Casa Patas, y el Corral de la Morería.

Claudia Cruz

 

(Cádiz, 1986). A la temprana edad de 5 años comenzó a recibir clases de flamenco. Actualmente, con más de 10 años de experiencia, compagina actuaciones en los tablaos (como Las Carboneras), festivales y escenarios más importantes del ámbito nacional e internacional. Destaca por una técnica adquirida gracias a su formación y andadura profesional. Ha llevado a cabo espectáculos con firma propia como su ultimo trabajo, “Hilenco, danza homenaje al amor-arte del Rey del pop Michael Jackson”, proyecto que la artista está desarrollando actualmente.

Ha compartido tablas con artistas relevantes de la escena y es reclamada para impartir cursos tanto en España como en otros países, entre los que se encuentran Argentina, Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos, Japón, Luxemburgo y Holanda.

A lo largo de su trayectoria ha colaborado con artistas como: Antonio y Juana del Pipa, Sara Baras, Marco Flores, Rancapino, Remedios Amaya, Duquende, Niña Pastori y Josemi Carmona, entre otros.

Los trabajos más relevantes que ha realizado en los últimos años son:

  • Estreno del espectáculo “Cai se bebe el sol”, de gira por Sudamérica (2018)
  • Estreno de “Hilenco”, Videodanza (2018)
  • Festival Flamenco en París, Circo Romaní (2018)
  • Festival de Albuquerque (Nuevo México), colaboración especial con Marco Flores

(2017)

  • Finalista del Concurso Nacional de Córdoba (2016)
  • Colaboración especial en el espectáculo “Entrar al juego” de Marco Flores en el XX

edición del Festival de Jerez (2016)

  • Partícipe del III Festival Flamenco de Japón (2014)
  • Bailaora solista de la compañía Antonio el Pipa (2008-2014)

Algunas de sus creaciones más destacadas:

  • Hilenco, danza homenaje al amor-arte del Rey del Pop Michael Jackson

(Actualmente)

  • Cádiz–Sevilla, Qué maravilla (2015)
  • Ni el hambre la vamos a sentí (2014)
  • Con alma (2009)

Trabajos para prensa y publicidad:

  • Ha colaborado con la revista GQ Nueva York bajo la dirección de Pedro Almodóvar, compartiendo reportaje fotográfico con Jon Kortajarena, Inma Cuesta, Adriana Ugarte, entre otros.
  • También ha colaborado con la firma de joyas Carrera y Carrera en Macao, China

Entrevista Claudia Cruz

 

«El tablao Las Carboneras me encanta, es una casa sublime y exquisita»»

 

«¿Qué destacaría de mi enseñanza durante toda mi carrera? Pues yo destacaría la forma con la que he aprendido, que pienso que es un poco especial y diferente de lo que yo he visto o escuchado de otra gente, que ha estudiado en la típica academia donde te enseñan este baile o el otro. Yo he tenido una maestra bastante especial, que tenía otro método de enseñanza, que a mí me ha ido muy bien y he aprendido muchísimo. A lo largo del tiempo también he pensado que eran unas clases un poquito duras para lo jóvenes que éramos todas las alumnas. Yo empecé en mi colegio aprendiendo el flamenco con cuatro añitos, porque en Andalucía se estilan las clases extraescolares después del colegio. Mi maestra me enseñó unas bases muy buenas de colocación, las manos, aprendí mis primeros tanguillos, alegrías, escobillas, las castañuelas… Y luego con 9 años empecé con otra maestra que la verdad es que me enseñó muchísimo. No eran las típicas academias en las que te pueden enseñar la guajira o la soleá por bulería, a lo mejor mi maestra en un paso se pasaba dos meses. Cada una de las maestras nos sacaba nuestra personalidad, no podíamos fijarnos una compañera en la otra para hacerlo. Eso destacaría de mi enseñanza, haciendo hincapié en lo que sentimos y lo que queremos transmitir con cada paso y cada ejercicio según el palo que estábamos aprendiendo. Después de eso, que eran unas clases de mucho pensar y dedicarle tiempo, ya conforme fui creciendo tuve mi personalidad afincada desde muy pequeña. Tengo que destacar que he aprendido mucho de todos mis compañeros con los que me he juntado en cada época de mi vida. De todo el mundo se aprende y se saca algo y luego tú lo transformas según tu personalidad, tus gustos o según lo que puedas ejecutar con tu cuerpo. También he dado algunos cursillos flamencos, que no han sido muchos porque cuando venían algunos profesores a Cádiz eran muy caros y mi madre no me los podía costear, era pequeña y no tenía dinerito. Y luego, de mayor, sí que he hecho algunos cursillos con maestros, claro está. Pero la enseñanza ha sido de mis maestros, primero mi maestra del colegio, que era Lourdes Florido, y luego Charo Cruz, que fue mi segunda maestra y es que la que me ha enseñado realmente muchísimas cosas: a parte de baile, la actitud en un escenario. Y por supuesto, la enseñanza del día a día, de los trabajos y de todos mis compañeros, que me han enseñado muchísimo.

»¿Qué destacaría de mi carrera? Yo destacaría cada momento, que es muy difícil porque son muchos ya, y todo lo que me queda si Dios quiere, que ojalá sean muchos años que pueda yo vivir del arte y del flamenco. Cada momento es destacable. ¿Por qué? Porque tú empiezas poquito a poco, yo por ejemplo empecé trabajando en hoteles de Cádiz, en fiestas privadas… Para mí eso fueron momentos muy relevantes porque yo era pequeña e iba con artistas más consagrados, con nombre, que bailaban muy bien. Tengo que destacar eso. A medida que iban pasando los años, ya me fui a Barcelona a un tablao, que fue mi primer tablao y la primera vez que me reunía con otros artistas de otras ciudades, con otras enseñanzas. Eso también es destacable. Todo para mí en cada momento es destacable. O la primera vez que me fui a Japón, que hice una gira con artistas también muy grandes y fue muy importante para mí. La colaboración que hice con Niña Pastori, que fue una cosa muy diferente y una gran sorpresa para mí porquè ella no había llevado artistas bailando en sus espectáculos y yo era una admiradora suya desde que era una niña. Cada momento de la vida es destacable. Y es un antes y un después porque cada momento es una experiencia única y para mí todas son válidas y preciosas.

»Por último, ¿qué es para mí trabajar en un tablao? Para mí, trabajar en un tablao es lo que más me gusta hacer porque es mi día a día, mi diálogo de diario. Es donde yo estoy más cómoda. También me parece muy interesante y mágico porque cada día es diferente, a lo mejor coincides unos días con unos compañeros, otros días con otros, entonces eso también cambia mucho. Es muy mágico porque nunca se sabe lo que va a pasar, según el día o las personas o cómo vengan hay días muy buenos, hay días más regulares, hay días fantásticos, días de más tristeza o de más energía. Pasa de todo. Es el lenguaje que tenemos nosotros diariamente, y sale ahí reflejado. Yo creo que el tablao es una verdad muy grande. Y para mí es un sitio donde yo me siento súper cómoda y creo que es una de las mejores cosas que yo sé hacer. Me encanta porque es mágico y nunca se sabe qué va a pasar ni lo que puede surgir, siempre te tiene como a la expectativa y abierta a varias cosas que te pueden suceder. También es un lenguaje muy directo con el público  porque se interactúa mucho en el sentido de que el público está muy cerca y ve todos los detalles de los artistas. Todo. Pasan muchísimas cosas también, a lo

mejor se ríen, lloran, se emocionan, charlan… Hay de todo. Eso también me gusta, que hay más libertad. Y para mí trabajar en el tablao Las Carboneras es uno de los sitios más maravillosos, que os quiero muchísimo, que es un trato exquisito, yo creo  que es único en todos los tablaos, la verdad, siempre que voy siento muchísimo cariño, mucha admiración, respeto, amor, y eso es muy importante cuidarlo y que los artistas se sientan así. Y la verdad es que me encanta, es una casa sublime y exquisita».

 

José Manuel Álvarez

Sevilla, 1985. Ha trabajado con directores y coreógrafos como Marco Flores, Olga Pericet, Juan Carlos Lérida, Guillermo Wieckert, Daniel Doña, Rubén Olmo, Javier Latorre o Pepa Gamboa. Bajo la dirección de Craig Rivel hizo temporada con el musical “Flamen’ka Nueva” en París y Londres. Participó en espectáculos de la compañía de Yoko Komatsubara recorriendo los principales teatros de Japón. También ha colaborado con Antonio Canales, Las Migas, la bailarina de claqué Roxane Butterfly, la compañía Increpación Danza y el maestro del tar Hamid Khabbazi. Forma parte de la compañía de Marco Flores en “Laberíntica” (2014) y “Entrar al juego” (2016), y de la nueva producción “Sin permiso” de Ana Morales que se estrenará en la Bienal de Sevilla 2018.

Desde 2014 está explorando su faceta como creador que le ha llevado a presentar la propuesta de pequeño formato “Solo con” (Barcelona 2014), la pieza coreográfica “D-Structures” en el Theatre de la Ville (Paris 2014, Ciutat Flamenco 2017), “Ángulo muerto” junto a Lucía Álvarez “La Piñona” (Barcelona 2015) y “Hostal Pascual” (Barcelona 2016). Actualmente se encuentra en proceso de producción de su próximo espectáculo, que se estrenará en Barcelona en 2019.

Actúa regularmente en el Palau de la Música junto a Maestros de la Guitarra y Pedro Javier González, y con la formación musical Aurora. También en distintos tablaos como Villarrosa, Las Carboneras, El Corral de la Morería, El Cordobés, El Tablao del Carmen, etc. Fue director artístico del desaparecido tablao Flamenco Ramblas en Barcelona.

En 2017 ha inaugurado su estudio de flamenco ¡La Capitana! en L’Hospitalet (Barcelona). Ha sido profesor invitado del Institut del Teatre de Barcelona y realiza materclasses por todo el mundo. En 2012 obtuvo el Premio al Baile Libre por siguiriya en el concurso nacional de La Perla de Cádiz.

Cristóbal García

Nacido en Málaga en 1983. Comienza su carrera profesional en el flamenco como bailaor solista por diferentes tablaos, teatros y festivales flamencos del territorio español e internacional.

Tablaos: Los Tarantos, El Arenal, El Carmen, El Cordobés, Casa Patas, Las Carboneras, Villa Rosa.

Festivales: Festival Flamenco Ciudad de Málaga, Festival Flamenco Antonio Mairena, Festival Boyazil (Turquía), Athens Festival (Grecia), Festival de la Guitarra Newcastle, Bruselas, Luxemburgo, Festival Flamenco Amsterdam, Olla Flamenca Casabermejas (Málaga), Flamenco Festival London, Festival Flamenco Ginebra, Festival de Kazakhstan (Astana), etc.

Ganador del Primer Premio en el Concurso Nacional de Cante y Baile Flamenco de Estepona (Málaga).

Protagoniza el papel de Jeremías en el musical flamenco “Los Tarantos” representado en Barcelona, Madrid y Atenas.

Participa en la II, III, IV y V Bienal de Arte Flamenco de Málaga con diferentes espectáculos como “Yo no sé la edad que tengo“, de José Losada; “Carrete“;
“En familia”, de Trinidad Santiago “La Trini”; “Sabor a Málaga“, producido por la Diputacion de Málaga.

Estrena y produce el espectáculo “Otros” en el Teatro Carthima de Cártama (Málaga) y en el Teatro Echegaray en Málaga.

Auxi Fernández

Bailaora y actriz, nacida en Cádiz. Auxi comenzó a bailar con tan solo cinco años en el Teatro Andalucía (Cádiz). Ha sido artista invitada en los espectáculos de grandes artistas como Chick Corea, Jorge Pardo, Simon Shaheen y Juan Pérez Rodríguez Trío, entre otros. Ha compartido escenario junto a figuras como Carles Benavent, Concha Buika, Niño Josele, La Tana, Sara Baras, entre otros.

En su andadura por EEUU crea sus espectáculos “Encontrándote” y “Caminos”, los cuales son presentados en el prestigioso Flamenco Festival de NY.

Otros trabajos son “Flamenco”, con el cual recibe una nominación como mejor producción de teatro musical del año 2014 en los premios ACE (Nueva York) y Aires Flamencos para el Flamenco Festival de Chicago 2015.

Auxi también a participado en:

Homenaje a Paco de Lucía, Cancún.

DVD “Touchtone” de Chick Corea.

DVD “Mariana Pineda”, Compañía Sara Baras.

DVD “Sueños”, Compañía Sara Baras.

Libro fotográfico “Sueño del Quijote” de Peter Müller, Compañía Sara Baras

Exposición fotográfica  “Flamenca NY” de Angelica Escoto.

Colaboración en el documental flamenco  “The Sea is for Everybody” de Yaco       Neches.

Colaboración en la película “Flamenco in NY: “A Bow to American Producers, Artists and Educators” presentada en el “Lincoln Center for the Performing Arts”.

Colaboración en el documental “Flamenyco” de Javier Benitez Zúñiga

Evento privado para el Príncipe Carlos de Inglaterra en el palacio de Buckingham, Compañía Sara Baras

Evento privado para el Embajador de España en EEUU, Catedral de Washington DC

Imagen para dos etiquetas diferentes de vino blanco y tinto durante el Flamenco Festival Chicago 2014 y 2015, creado por City Winer.


«Yo empecé en la escuela de Pilar Ogalla con cinco años porque le dije a mi madre que me apuntara. A los dos meses era el fin de curso, así que me subí al escenario del teatro Andalucía de Cádiz, un recuerdo increíble. Luego estuve seis años con ella. Para mí la formación ha sido en la escuela y en el escenario. En Cádiz se hacen los concursos de tanguillos, así que yo siempre estaba bailando en el escenario.  Con once años decidí irme con María José Franco donde teníamos un grupo que se llamaba Revuelo que ganamos un concurso en la tele, “Sonrisas y lágrimas”. Luego me fui también en Cádiz con Charo Cruz, antes a Sevilla a la escuela de Manolo Marín y más tarde con Chiqui de Jerez, que ya tenía 15 años. Me presenté a una audición que hizo Luis Adame, el dueño de El Cordobés, el tablao de Barcelona, y me cogió.  Tuvieron que ir mis padres para responsabilizarme de mí, ya que yo era muy chica. Como era lo que yo siempre había querido, mi padre y mi madre, con todo el dolor de su corazón, me dejaron que me fuera a Barcelona. Ahí ya empezó mi carrera profesional, con Charo en hoteles o con María José en peñas como la peña de Camarón. Y ya como profesional fue cuando me fui a El Cordobés, donde llegué con un contrato de cuatro meses y me quiso renovar y me tiré 13 meses allí. Y porque fue mi madre a buscarme, sino yo me habría quedado más tiempo. Ese año dio el pregón de Cádiz Sara Baras e hizo una audición y me cogió a mí y luego también, con 16 años, para su compañía. Ella tenía que hacer el espectáculo de “Juana la Loca” en Chile y “Sueños” en el Teatro Real de Madrid. Con ella me llevé tres años y medio viajando por todo el mundo, que en esa época Sara trabajaba mucho, con los espectáculos “Sueños” y “Mariana Pineda”.

»Estando en Estados Unidos con Sara, me invitó José María Bandera a ver el espectáculo de Chick Corea y me conoció y más tarde me invitó a hacer una grabación en el Palau de la Música y una gira por EEUU de dos meses y otra por Japón como bailaora solista.

»Luego me instalé en Madrid y empecé trabajando en el Corral de la Morería y en todos los tablaos y saliendo de gira. Estuve así hasta los 26 años en que decidí irme a EEUU y, como también soy actriz, estudié interpretación en la escuela de Susan Paxton. Allí viví cuatro años y medio y la verdad es que tuve muchas oportunidades, trabajé bailando, monté mis espectáculos y los presenté en el Flamenco Festival de Nueva York y Chicago, hice actuaciones muy importantes en fiestas privadas. Y hace dos años me volví a mi tierra, con mi gente y feliz aquí.

»Yo en un tablao me siento muy cómoda, es algo mucho más cercano con los compañeros y con el público y se siente de otra manera, la energía es completamente diferente. Así que disfruto mucho trabajando en un tablao y es algo que necesito, no me sentiría bien solo trabajando en teatros. El tablao creo que es la base de un artista y creo que todo el mundo tiene que pasar por un tablao. Es una manera completamente diferente de trabajar, a mí me encanta».

José Maya

Joven bailaor que nace en el seno de una familia gitana de artistas: pintores, actores y escritores. Antepasados suyos son la histórica bailaora Fernanda Romero y el cantaor Rafael Romero “El Gallina”. También esta emparentado con los insignes pintores Antonio Maya y Jerónimo Maya. Comienza su carrera como bailaor con nueve años compartiendo cartel en Madrid con bailaores como Antonio Canales, Juan Ramírez y Joaquín Grilo.

Con solo trece años ya forma parte de las compañías de “El Güito” y Manolete realizando diversas giras por España.
En el año 1998 obtiene el premio Copa Pavón y participa como  artista invitado en el espectáculo “Raíces” de Antonio Canales.
Premio al mejor bailarín en el Certamen de Coreografía de de la Comunidad de Madrid del año 2000.

Becado por la Fundación Autor en la prestigiosa Cátedra  Alicia Alonso de Ballet Clásico, con la que actúa como artista  invitado en el Ballet Joven de la Comunidad de Madrid.
En 2005 es reclamado por el cineasta francés Tony Gatlif, para ser el  primer bailarín de “Vertiges”, realizando una extensa gira por Francia e  Italia.
Desde el 2007 es miembro del sexteto del guitarrista Tomatito realizando giras por Europa, América, China, Rusia y Japón.
Estrena junto a Farruco y Barullo “Al natural”, musical flamenco con el  que actúa durante un mes en el Teatro
Alcalá de Madrid y que presenta en el festival de Jerez.

Ese mismo año es invitado por el productor Pino Sagliocco para bailar  en los conciertos de estrellas del pop como Marc  Anthony y Beyoncé con los que actúa en el Palacio de los Deportes de  Madrid y en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
En 2008 presenta “El velero de las rosas” junto a Lola Greco como  artista invitada, estrenado en el corral de comedias de Alcalá de  Henares en el Festival Suma Flamenca y en los veranos de la Villa en los Jardines de Sabatini.

En 2010 estrena “Grito” junto a Alfonso Losa estrenado en el festival  Flamenco de Torrelodones, representado en el festival Suma Flamenca  y en el teatro Central de Sevilla dentro del marco de la programación de  la Bienal de Sevilla 2010.

En 2011 presenta “Maya” en el Festival de Flamenco de Jerez,  recibiendo una gran acogida por parte de la crítica.
Realiza una gira por EEUU y Canadá con el espectáculo “Tengo el  compás” representado en el Festival Internacional de Alburquerque, en  el teatro Skirball Center de New York, teatro Marines Memorial de San
Francisco y en el Festival Internacional de Percusión de Montreal.
En el 2012 presenta su espectáculo en el Festival Flamenco de La  Villette de París.

En 2013 participa en el espectáculo homenaje “Carmen Amaya en la memoria” junto a Pastora Galván, Karime Amaya y Gema Moneo.
En 2014 estrena en el teatro Le Palace de Paris su ultima creación  “Latente”.

Salomé Ramírez

Empieza a bailar de la mano de Rafael Muñoz con 4 años formando parte del cuadro de jóvenes promesas del flamenco Huella Jerezana (1994-1998).

En 1998, con 8 años, continua su formación en la academia de Manuela Carpio y Chiqui de Jerez, y sigue complementando su formación con maestros como Farruquito, Antonio Canales, Juana Amaya, Marco Flores, José Maya, Manuel Liñán, Farru, Patricia Guerrero, Rocío Molina, La Moneta, etc.

Ha recorrido peñas jerezanas como La Bulería, Los Cernícalos, Pepe Alconchel, Fernando Terremoto, El Pescaero, La Zúa o la peña flamenca la Perla de Cádiz.

En 2002, con 12 años, comenzó a trabajar en el tablao El Lagar de Tío Parrilla, dirigido por Juan Parrilla, en Jerez de la Frontera. A partir de ahí empezó a bailar en otros tablaos jerezanos como Tablao del Bereber, La cuna del flamenco o La Taberna Flamenca.

 

En el año 2007 participó en los Viernes Flamencos de Jerez de la Frontera.

En 2010 formó parte de la compañía de Farruquito con el espectáculo “Sonerías” estrenado en el Teatro de la Maestranza en la Bienal de Flamenco de Sevilla.

Desde 2012 hasta la actualidad empezó a formar parte del elenco de artistas habitual del Tablao del Carmen en Barcelona.

También ha realizado actuaciones en tablaos flamencos de Sevilla como El Museo del Flamenco de Cristina Hoyos, El Arenal o Los Gallos.

Desde 2014 hasta la actualidad forma parte del elenco de artistas del tablao flamenco Puro Arte en Jerez. En ese mismo año vuelve a participar en el festival Viernes Flamenco de esa misma ciudad y hace su primera gira por Japón realizando actuaciones e impartiendo clases  en diferentes ciudades como Tokio, Osaka, Sendai o Nagoya.

En 2015 participa en el festival flamenco de Lyon con el espectáculo “De Lebrija a Jerez” junto a la cantaora lebrijana Anabel Valencia.

En 2016 obtiene el segundo premio del concurso de baile flamenco del Tablao Las Carboneras en Madrid.

En 2017 acude al festival de músicas del mundo de Copenague, Dinamarca.
Actualmente reside en Madrid formando parte de prestigiosos tablaos como Las Carboneras, Cardamomo o La Pacheca, entre otros.

 

«El tablao para mí es un lugar muy especial. Me siento muy a gusto encima del escenario y siempre es un placer poder compartir con compañeros de un nivel excepcional. Y abajo es una familia donde se respira cariño y muchísimo arte», explica Salomé Ramírez.