Juan Manuel Zurano

Juan Manuel Zurano

Sevilla, 1979. Se inicia en el mundo de la danza en la Escuela de Matilde Coral. En 1997 empieza su formación de danza española y contemporánea con maestros de la talla de Victoria Eugenia “Betty”, Eloy Pericet, Juanjo Linares, Pedro Azorín, John King, entre otros. Su formación y perfeccionamiento como bailaor vienen de la mano de grandes maestros como “El Mimbre”, Manolo Marín, Javier Latorre, Alejandro Granados, Manuel Betanzos, Rafael de Carmen, Andrés Peña, Israel Galván, Adela Campallo, Pili Ortega, Pastora Galván, Eva Yerbabuena, Rocío Molina y Rafaela Carrasco.

En 2002 actúa como bailaor solista en la compañía de María Serrano en la obra “Carmen” y posteriormente hace gira por Taiwán. Al año siguiente es bailaor invitado para la compañía Arte y Flamenco en Italia. De 2004 a 2009 entra a formar parte del Ballet Flamenco Eva Yerbabuena, comienza haciendo gira por Francia y España con los espectáculos “Eva”, “5 Mujeres 5” y “Eva a cal y canto”. En ese mismo año y coincidiendo con la conmemoración del 25 aniversario de la Bienal de Sevilla, se estrena “A cuatro voces” y en 2005 se presenta en el Festival de Jerez. Ese mismo año, viaja al Festival de Londres y Nueva York con “Eva” y “5 Mujeres 5”. En 2006, actúa en Brasil y París con “A cuatro voces”. Hasta 2007 continúan haciendo gira por Marruecos, Italia, Pekín, Austria, Japón, Finlandia, Lisboa, Holanda, Australia, Tailandia, Hong Kong, Colombia y Hungría con los espectáculos citados anteriormente.

En 2006 se estrena el espectáculo “Huso de la memoria” en el teatro de la Zarzuela en Madrid y se representa en el Festival de Jerez, en la Bienal de Sevilla y en el Festival de Londres.

En 2007 estrenan el espectáculo “Santo y seña” en el teatro de la Maestranza de Sevilla, con el que hacen gira por México, Francia y Luxemburgo. En ese mismo año llevan a Londres y Japón “A cuatro voces” y en 2008 viajan al Festival de Mont de Marsan (Francia).

A partir de ese año y hasta la actualidad, compagina su carrera como bailaor con sus actuaciones en tablaos de Sevilla y Madrid como Los Gallos, El Arenal, Museo del Flamenco, Casa del Flamenco, Casa de la Memoria y Casa Patas.
En 2008 baila en el Festival de Jerez con el espectáculo “Santo y seña”; en el Festival de Nueva York y a continuación hacen gira por EE UU, Canadá, Francia, Brasil, Chile y España. Ya en 2009 recorren Alemania, Londres, Japón e Italia. Celebran el décimo aniversario de la compañía de Eva Yerbabuena en los Jardines del Generalife (Granada) compartiendo escenario con artistas de la talla de Enrique Soto, El Extremeño, Miguel Poveda, Pepe de Pura, Segundo Falcón, Arcángel, Marina Heredia y Jeromo Segura.

En 2009 y 2010 participa como bailaor en el espectáculo “Cádiz de la frontera” de la Compañía Andrés Peña y Pilar Ogalla en el Festival de Jerez; realizándose posteriormente en Béziers (Francia). Forma parte del “Homenaje a Mario Maya”, presentado en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y en el Festival de Jerez compartiendo escenario con los artistas Ángel Atienza, Manuel Betanzos, Manuel Liñán, Diego Llori, Juan Andrés Maya, Marcos Vargas, Rafaela Carrasco, Isabel Bayón, Belén Maya, Patricia Guerrero, entre otros. Es coreógrafo y bailaor en el espectáculo “Matemáticas de lo jondo” con la compañía de Charo Cala en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. Bailaor en la Feria de Exposiciones en Milán con la Compañía Flamenca Choni.

En 2011 estrena su primer espectáculo, “En compañía”, como coreógrafo y bailaor haciendo varias representaciones por Andalucía, el Festival Flamenco Chateauneuf (Francia) y en Lucerna (Suiza).
Es invitado para crear un espectáculo basado en “Una leyenda de Alanís de la Sierra” y ser presentado en las Jornadas Medievales con el espectáculo titulado “Amor y muerte en las Pilitas”.
Es bailaor invitado en la compañía flamenca de Katalin Inhof, en Budapest. Participa con el espectáculo “Cádiz de la frontera” en el Festival Flamenco de Santa Bárbara (California), en Amsterdam (Holanda) y en el Gran Teatro Falla de Cádiz.

En 2014 estrena el espectáculo “Raíces y alas”, dirigido por Marisol Valderrama, en Bruselas, donde es requerido como artista invitado y con el cual continúan hasta el día de hoy haciendo giras por Bélgica. Es artista invitado para el Udaipur World Music Festival en la India; y en la Compañía de Arte y Flamenco de Turín, dirigida por Monica Morra.

Continua su trayectoria de bailaor en los tablaos sevillanos La Casa del Flamenco, Los Gallos y Callejón del Embrujo.

“«El primer espectáculo que yo vi de pequeño fue “Naranja y oliva”, de Mario Maya, y con el tiempo, cuando murió Mario y se hizo el homenaje, me llamaron para participar con ellos, con Rafaela Carrasco, con Belén Maya, con Manuel Betanzos… y se retomaron coreografías de “Naranja y oliva”. Fue bastante simbólico para mí ya que fue el primer espectáculo que yo vi en un teatro y participar luego en él ya como bailaor profesional la verdad es que supuso una recompensa y estuve bastante orgulloso.”

De mi carrera puedo destacar cuando entré en la compañía de Eva Yerbabuena en 2004, donde estuve hasta 2009, es donde más he rodado, más he conocido y más me he hecho.
»Referente al tablao, es de los sitios donde más me gusta trabajar. Los teatros nos llenan a todos, evidentemente, pero el tablao es donde me siento más libre de poder hacer lo que quieres y expresarte como sientes, y también considero importante estar tan cercano con el público, con los compañeros».

Jesús Fernández

(Cádiz, 1982). Comienza su carrera desde muy pequeño en su ciudad natal vinculado siempre a peñas flamencas y circuitos andaluces. Su desarrollo artístico crece ya en Madrid donde es requerido por todos los tablaos nacionales.

Ha colaborado en diferentes producciones como “Ni aquí ni allí” de Pepa Molina, “Tierra cantaora” de Manuel Morao, “El burlao de Sevilla” de Rafaela Carrasco, “Rew”, de Liñán y Doña, “Rosa, metal y ceniza” de Olga Pericet y es invitado como coreógrafo y primer bailarín por la compañía nacional de teatro holandesa The Nederlands Toonel en su obra “Medea” de Ola Mafaalani. Ha dirigido el espectáculo “Tablao”, un encargo de la Asociacion de Tablaos Madrileños, presentado en Suma Flamenca 2013 en losTeatros del Canal.

“Ataduras” es su primer espectáculo de producción propia presentado en diversos festivales como Jerez, Milán, México.
Obtiene en 2010 el premio El Desplante otorgado por el Festival Internacional de las Minas.

Recibe el premio al mejor bailarín sobresaliente en 2014 dentro del Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco de la Comunidad de Madrid. Y en 2014 estrena su nuevo propuesta, “Gaditaneando, un tributo a Cádiz”, bajo la dirección de Flamenco Edition UK, con la que completa una gira por diferentes ciudades del Reino Unido en mayo 2015.

«El tablao es esencial en todos los aspectos», dice el bailaor gaditano
«Creo que el tablao es una clave fundamental para la evolución y el desarrollo de cualquier artista en relación con el flamenco, ya no solo en el baile, sino también en el toque o en el cante. Para mí el tablao es como si fuese un laboratorio, en el sentido de que es el lugar donde pongo en práctica todos mis conocimientos, mis propias fórmulas y estructuras, y mis mecanismos de pies, etc. Por eso me refiero al tablao como un laboratorio. También es un lugar donde te permite aceptar tus errores y aprender de ellos para, poquito a poco, darte tu tiempo e ir ejecutando en beneficio de uno mismo, en continua búsqueda de tu propia identidad. El estar currando diariamente te aporta una gran experiencia y, sobre todo, un conocimiento de tu baile, una conciencia de tu baile importantísima. El hecho de estar con el público tan cerca obviamente es una experiencia enriquecedora y muy positiva. Ahí no existe esa cuarta pared que puede existir en ciertos teatros de grandes dimensiones, el tablao es un lugar reducido y ese acercamiento con el público es bastante importante. En definitiva, creo que es una escuela importantísima por la que todos los artistas flamencos tenemos que pasar. Creo que es esencial en todos los aspectos».

Irene La Sentío

Irene La Sentío

Se acerca al baile de la mano de Juan de los Reyes y Juana Amaya para seguir a continuación formándose con los grandes: Antonio Canales, la Familia Farruco , Fuensanta La Moneta, Adela Campallo… y gracias a su tesón, su fuerza y su capacidad natural para transmitir emociones consigue ganarse pronto el apelativo de La Sentío con el que la bautizó La Farruca.

A partir de ahí, inicia su trayectoria profesional en las peñas flamencas de la capital andaluza y logra convertirse en finalista del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión en 2008.

Con La Farruca y Farruquito como padrinos artísticos, Irene participa en espectáculos de gran proyección con los que pisa festivales como la Bienal de Flamenco de Sevilla -donde actúa por primera vez en 2010 con “Sonerías”- y los mejores teatros de España y Latinoamérica gracias a propuestas como“Baile flamenco” .

Más tarde, La Sentío estrena su espectáculo “De mi faldiquera” y empieza hasta hoy una imparable carrera internacional realizando giras junto a bailaores como Farruco, Óscar de los Reyes, Sergio Aranda o Jairo Barrull, y formando parte de la programación de los principales festivales flamencos mundiales como el de Mont de Marsan, el Festival Flamenco de Roma, La Bienal de Arte Flamenco de Málaga o el Festival Flamenco de Ibiza.

Con el afán de impregnarse de nuevos aires, colabora también en proyectos más aperturistas junto a Tito Losada, la Orquesta Chekara de Tetuán, Jaco Abel, con un homenaje a Camarón, o la pianista Miriam Méndez, con el espectáculo “Flalmenco Seduction”. Y compagina su carrera artística con la de docente impartiendo cursillos tanto en España como en el extranjero (Grecia, Italia, Francia, Nueva York o Canadá).

Además, La Sentío es bailaora habitual de los mejores tablaos de Sevilla (El Arenal, Museo del Baile Flamenco, Casa de la Memoria), Barcelona Tablao Cordobés , Tablao de Carmen y Los Tarantos) y Madrid (Tablao Las Carboneras, Tablao Villa Rosa, Casa Patas, Cardamomo).

“En el tablao se entra en contacto con la verdad de cada uno”,

«A nivel de formación, destacaría los primeros años en que llegué a Sevilla y empecé a estudiar flamenco con Juan de los Reyes y Juana Amaya y, sobre todo, después, con la Familia Farruco que son los que han marcado mis inicios y, especialmente, La Farruca , que ha sido mi maestra. Después he recibido formación de grandes profesionales y, hasta el día de hoy, con todos los compañeros con los que sigo estudiando no solo en las clases sino en el trabajo diario del tablao, donde soy consciente de que se aprende mucho.»

Destacaría el haber formado parte de la compañía de Farruquito , que para mí fue un antes y un después, sobre todo a nivel de experiencia grande, de actuar en un teatro, en compañía y con tan buenos artistas como los que trabajan con él. Además, con la compañía de Farruco, el hermano, estuvimos en Colombia y en Turquía con un espectáculo llamado “Flamenconcierto”.

»Aparte de todo eso, el tablao a mí me encanta, hay que pasar por el tablao para aprender de verdad lo que es bailar, porque no es lo mismo bailar en una compañía donde las cosas están montadas al tablao, donde se llega y nadie sabe lo que va a pasar. Yo lo comparo un poco con un templo, un santuario donde puede darse una experiencia mística debido a la improvisación, ocurren cosas inesperadas que es con lo que realmente se aprende, a menos en mi caso yo he aprendido a bailar en el tablao, aparte de todo lo demás. En el tablao se entra en contacto con la verdad de cada uno.

Le tengo muchísimo respeto por ese factor de improvisación y magia que surge y, en particular en Las Carboneras , a mí me encanta trabajar allí porque se respira exactamente esto de lo que estoy hablando: ese factor de improvisación, magia y estar pendiente de los compañeros. Y sobre todo lo que me impone es la sabiduría del Tío Ángel, de Tacha, de Ana, son personas que saben mucho y llevan mucha trayectoria en el flamenco. Esto a mi me impone desde el aprecio y el respeto y, a la vez, me motiva porque sé que es un sitio donde se disfruta por todos los buenos artistas que hay y el buen ambiente y buen rollo que hay siempre».

Juan José Villar

Juan José Villar

Juan José Villar es un joven bailaor gaditano, el eslabón más reciente de la saga de los Villar y los Jinetos, un linaje de artistas gaditanos que se inició con su abuelo, el cantaor Juanito Villar, y que continuó con su padre, el también cantaor Juan Villar Junior. Su madre, Susana Gómez, es también artista, siendo en su caso bailaora.

Sintió la llamada del flamenco desde bien pequeño, y con sólo 8 años ya zapateaba sobre el escenario de la Peña Flamenca La Perla de Cádiz.
Ha recibido una formación clásica en danza. Se ha graduado en el conservatorio profesional de danza Antonio Ruiz Soler, de Sevilla, y también ha realizado cursos con artistas de la talla de Concha Jareño, Juan Ogalla, Mercedes de Córdoba, Pepe Torres, La Lupi, Farruquito, Ángel Muñoz, David Paniagua, El Güito y también con Olga Pericet.

En 2006 se embarca en una gira por Japón acompañado por sus padres durante 45 días. Un año después entra en el Conservatorio Profesional de Danza Luis del Río, de Córdoba, y en 2009 participa en el conocido programa de Canal Sur llamado “Mi primer olé”.

Durante cinco veranos, de 2010 a 2015, vuelve a Japón para actuar en Tokio, Osaka, Nagano y Okinawa.

En 2011 forma parte del cuerpo de baile de la compañía de Yolanda Osuna presentando “Vivencias flamencas” en el Gran Teatro de Córdoba. Un año después obtiene el primer premio del Concurso de Baile Flamenco de Villa de Guillena (Sevilla).

En 2014 trabajó en “Fitur por Córdoba Flamenca” (Madrid) y en 2015 recibe el Tercer Premio de baile por alegrías del Concurso Nacional de La Perla De Cádiz y presenta su primer espectáculo, “Es el momento”, en el Teatro Central Lechera (Cádiz) con gran éxito de público y crítica.
En 2016, se alza con el primer premio en el certamen de baile flamenco del Tablao Las Carboneras (Madrid). Ese mismo año fue escogido entre muchos artistas de Andalucía para actuar como artista invitado en el espectáculo “Improvisao”, de Farruquito, en el Teatro Quintero (Sevilla), así como en “Bailaores” junto con Joni el Remache y El Carpeta.

Ha realizado distintas giras, entre ellas una por Azerbaiyán con el espectáculo “Chicuco” de Sergio Monroy, y ha participado también en la Bienal de Sevilla con el espectáculo infantil “La sirenita entre mares andaluces”, producido por Flamencos por el Mundo y donde protagonizó al personaje principal.
En 2017, ha realizado una gira por Japón de nueve días.

Ha actuado en el Tablao Cordobés y Los Tarantos, de Barcelona, y en El Arenal, de Sevilla.

A lo largo de su carrera profesional ha compartido cartel con artistas de la talla de Carmen Ledesma, Pepe Torres, Almudena Serrano y Choro Molina, entre muchos otros.

«El baile de tablao es una forma de entender el flamenco»

«Del baile de tablao pienso que es una fase profesional en el flamenco que hace que personas que estamos empezando y también veteranos aprendamos a unificarnos unas personas con las otras, porque ahí el baile, el cante y el toque es intuitivo e improvisado. Es una forma de entender el flamenco y mostrar al publico realmente lo que era antiguamente, que simplemente te cantaban y tú bailabas lo que te salía del corazón. Antes no había tutía ni montajes. A mí es realmente donde más me gusta bailar porque es eso: no piensas en otra cosa más que en bailar»

Guadalupe Torres

Guadalupe Torres nace en Madrid en 1983 y es un valor en alza del flamenco actual. Es titulada en danza española y flamenco por el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid y en su formación destacan importantes maestros del flamenco.

Su carrera profesional comienza en la Compañía Andaluza de Danza para después pasar por otras compañías como la de Maria Pagés o Marco Flores en “De flamencas” , premiado mejor espectáculo en el Festival de Jerez. Le siguen diferentes proyectos en solitario destacando “Acuérdate cuando entonces”, llevado a la Bienal de Holanda, Festival de Helsinki o Festival de Jerez, y su última propuesta, “Roble” , con una gran aceptación, que ha pasado por el Milano Flamenco Festival, Jornadas Flamencas, Red de Teatros o el Festival Flamenco Madrid. Su personalidad hace que artistas de diversas generaciones como Marco Flores, El Güito o Montse Cortés cuenten con ella en diferentes colaboraciones por su versatilidad y frescura.

Es premiada en dos ocasiones en el prestigioso Certamen de Coreografía de Madrid a la mejor coreografía como pieza grupal con “A miedos, colores” y con la pieza solista “De los rincones”.

Combina su carrera profesional con la docencia impartiendo clases y cursos en España y países como Japón, Brasil, Argentina, Italia o China. Y siendo invitada como maestra y coreógrafa en el Conservatorio Superior de Danza de Madrid.

“El tablao es como el comer”, dice la artista madrileña

En cuanto a mi formación, una de las cosas que ha dado a mi baile apertura y versatilidad es el hecho de venir de una formación de conservatorio donde he estudiado danza clásica y española. Todo eso, combinado con las clases que tomaba también en Amor de Dios con gente de flamenco ha sido una base para dar un poco más de amplitud a mi baile. Luego, el hecho de haber estudiado con maestros en Madrid y en Sevilla también ha definido más mi estilo, el estudiar con muchos maestros diferentes y de diferentes estilos.

»De la parte profesional, destacar también que empecé a trabajar desde muy joven en compañías como la Compañía Andaluza de Danza, María Pagés, Marco Flores o Manuel Liñán y ese recorrido para mí ha sido muy importante, trabajar en compañías y en equipo, donde hay un trabajo de continuidad y de trabajo diario. «Eso también me ha dado capacidad para luego poder llevar a cabo mis espectáculos y mis propuestas en solitario, que actualmente tengo dos: “Acuérdate cuando entonces” , que es un formato de recital flamenco donde se trata de un flamenco más tradicional, digamos, y luego estamos también trabajando con “Roble” , que es una propuesta más estética y teatral, y sigue siendo el flamenco que yo hago y que ya me va definiendo.

Tengo esas dos propuestas, que son muy diferentes, aparte del primer espectáculo que hice con Jonathan Miró y David Coria, que fue nuestro primer experimento como compañía y con el cual aprendimos mucho y adquirimos madurez y nos dio otra visión de hacer las cosas y de llevar a cabo los proyectos.

“De los rincones”, en el que llevaba a Marco Flores como artista invitado, fue el primer experimento que hice en solitario. Y los dos montajes que llevamos ahora son más potentes y han ido a festivales importantes como la Bienal de Holanda, el Festival de Jerez y el Festival de Helsinki, etc.

“Esto lo combino con la parte docente, que es una faceta cada vez más importante en mi carrera con muchos cursos fuera, o como profesora invitada en el Conservatorio Superior, que he estado ahora. ”

Y luego, la parte del tablao, que para mí es totalmente imprescindible. Es la parte no que más me gusta, pero es algo necesario en mi vida. Igual que el tema de los espectáculos es algo que haces más esporádicamente, que lleva un proceso para llegar a ese día y hacer un bolo, el tablao es como el comer. El tablao es donde más he aprendido, donde surge el lenguaje real del flamenco entre cante, guitarra y baile, donde surge más la improvisación, el no saber nunca qué va a pasar y el que surjan tardes maravillosas. O no, también. Para mí es la escuela fundamental del flamenco, si realmente quieres aprender ese lenguaje, que para mí es el que es y para luego tener más libertad de hacer otras cosas.

Para mí el tablao es disfrute, es aprendizaje diario porque cada día se aprende más, incluso del peor día que tienes, también. Y del mejor, disfrutarlo. En este caso, en vuestra casa, en el Tablao Las Carboneras , y no es por hacer la pelota, es uno de los sitios donde quizás más he aprendido por el concepto que tenéis, por los músicos tan buenos que hay siempre, como el tesoro que tenéis ahí de Ángel Gabarre, por ejemplo. Y luego, por vuestro concepto de cómo es el tablao, cómo se llevan las palmas, cosas que a nosotros nos hacen aprender muchísimo, cómo tienes que cantar un jaleo, cómo llevas tu baile y haces que sea más redondo. Y sobre todo, el buen ambiente que hay siempre en esa casa. Que por supuesto hay también otros tablaos increíbles.

A este le tengo un cariño especial porque llevo yendo muchísimo tiempo, fue de los primeros a los que fui, pero para mí fue una escuela maravillosa en el sentido de que he aprendido muchísimo y sigo aprendiendo porque cada día es una aventura. Destacar el buen rollo que hay, que hace que se pueda trabajar muchísimo mejor, que la gente tenga libertad, que dentro de un orden haya libertad, que para mí es de las cosas más importantes para la danza, para el flamenco y para la música».

Jose Maldonado

EXPOSICIÓN DE ÓLEOS FLAMENCOS DE JOSÉ MALDONADO

Tras la exposición sobre tatuaje y flamenco a cargo de Roberta Venere, unas fotografías y dibujos que han viajado ahora a Italia, el director artístico de esa muestra, además de bailaor y pintor, José Maldonado, nos trae una colección de grandes óleos de temática flamenca que permanecerán en nuestro tablao hasta finales de agosto de 2017.
José Maldonado, bailaor

Bailaor de origen barcelonés que desde temprana edad adopta el flamenco y el arte en general como forma de vida. A lo largo de su trayectoria profesional trabaja con algunas de las más grandes figuras del flamenco como son Javier Latorre, Antonio Canales, El Güito o María Pagés entre muchos otros. Se dice de él que es un artista versátil que es capaz de mezclar el flamenco y la danza de una manera natural y con una personalidad única.
En 2013 obtiene el primer premio en el Certamen Coreográfico de Madrid por la coreografía “Mojácar” y en 2015, por “Trigo limpio”. Actualmente compagina la dirección de la compañía José Maldonado con la participación como bailarín y coreógrafo invitado en las compañías de Manuel Liñán o Guadalupe Torres, entre otras.

Su relación con las artes plásticas nace desde temprana edad. Desde pequeño, en su núcleo familiar convive con la pintura y el diseño.

Su formación en este campo va de la mano de Isabel Llovera y J. Florentí en Barcelona y más tarde en la Academia de dibujo y pintura ARTIUM Peña de Madrid.
Maldonado centra su obra pictórica en el retrato, jugando siempre con el blanco y negro y un tratamiento onírico y fugaz del color.

Navega entre diferentes técnicas y la utilización de varios materiales, otorgando a sus obras una gran frescura y expresividad.

Tablao Las Carboneras Madrid

CON FUSION tatuajes y flamenco

ROBERTA VENERE POTENCIA NUESTRA MIRADA EN UN CRUCE ENTRE TATUAJE Y FLAMENCO EN LA NUEVA EXPOSICIÓN DEL TABLAO LAS CARBONERAS EN MADRID

Cuando abrió el Tablao Las Carboneras, en octubre del 2000, el trío de bailaoras que impulsó este tablao situado en el Madrid más castizo y ubicado junto a un convento de clausura del que tomaron prestado el nombre, aspiraba a renovar el arte flamenco de tablao desde su experiencia en esos locales inexorablemente decorados con los elementos típicos andaluces o rocieros y con una oferta artística rígida en la que no podían faltar las típicas sevillanas.

Saltarse la norma nunca ha sido fácil y fusionar vanguardia con tradición era visto a menudo hace más de 15 años como un atrevimiento rayando la blasfemia. Pero el espíritu de estas emprendedoras se encuadraba en la modernidad, en la ruptura dentro de los cánones y a veces se nutría de tendencias avanzadas de la danza aunando contemporáneo y flamenco.

No hacía mucho que se había popularizado la fusión musical con bandas en las que se hermanaban sonidos latinoamericanos, africanos y flamencos (lo que fue conocido como el Nuevo Flamenco) o que maestros como Enrique Morente habían puesto en entredicho la ortodoxia junto a Lagartija Nick en “Omega”, hito del que ya se han cumplido 20 años

Fruto de esa atmósfera de búsqueda estética y artística, el Tablao Las Carboneras no solo ha querido enriquecer el flamenco desde su escenario, sino también desde sus paredes. Muestra de ello es la última exposición que hemos inaugurado, “CON-FUSIÓN, tatuajes y flamenco”, una idea original de Roberta Venere, internacionalmente reconocida creadora del mundo del tatoo que se ha aliado con la fotografía de Alberto Romo y la dirección artística de José Maldonado para colgar en nuestro espacio una serie de fotografías y dibujos en los que se entrecruzan dos disciplinas de manera inédita en el mundo del arte.

Roberta Venere, de Rívoli (Italia), se instaló en Madrid movida por su fascinación por el flamenco y empezó a tatuar a bailaores y músicos atraídos por su técnica y estética. A nuestra cofundadora Ana Romero le llamó la atención esa mezcla y Roberta, por sugerencia suya, estuvo meditando un tiempo el tipo de fotografía adecuada para plasmar esa fusión.

«La idea del Tablao Las Carboneras es que si se da la posibilidad de la mezcla, desde lo más callejero a lo más sofisticado, con una conexión con el flamenco, procuramos tenerlo en cuenta para albergarlo en nuestro espacio y dar cabida a gente con ganas de hacer cosas nuevas», explica Ana.

«El tatuaje y el flamenco son artes dispares, antiguos, artes que han viajado por caminos paralelos pero que en ocasiones se tocaron y disfrutaron», afirma Roberta. «Jóvenes artistas del flamenco empiezan a romper reglas no escritas que hacían muy difícil poder ver encima de un escenario a un artista flamenco tatuado. Quizás la solemnidad del flamenco pesaba demasiado, quizá romper con esa pureza era arriesgado, pero sin lugar a dudas este maravilloso arte escucha, siente, respira y evoluciona. Flamenco y tatuajes se dan la mano, estrechan el cerco y me ofrecen la oportunidad de formar parte de ello», añade la artista.

Artistas como José Maldonado, Guadalupe Torres, Pino Losada, Nino de los Reyes, Triana Maciel, Julia Gimeno, Juan Debel, Francisco Vinuesa, David Carpio, Cheyenne, entre otros, muchos de los cuales son asiduos de nuestro Tablao Las Carboneras han compartido con ella sus pensamientos más profundos para hacerlos indelebles en sus pieles y en sus vidas a través de sus tatuajes.

«El presente se une al pasado, lo efímero a lo eterno, lo auténtico a lo profano y de esta confusión, en la que todo fluye y va hacia una dirección concreta, nace mi propuesta: “CON-FUSIÓN, tatuajes y flamenco», dice Roberta en la sinopsis de su muestra.

«A nivel de formación, destacaría los primeros años en que llegué a Sevilla y empecé a estudiar flamenco con Juan de los Reyes y Juana Amaya y, sobre todo, después, con la Familia Farruco que son los que han marcado mis inicios y, especialmente, La Farruca , que ha sido mi maestra. Después he recibido formación de grandes profesionales y, hasta el día de hoy, con todos los compañeros con los que sigo estudiando no solo en las clases sino en el trabajo diario del tablao, donde soy consciente de que se aprende mucho.»

La exposición pretende romper antiguos tópicos, sacar el tatuaje de lo marginal y posicionarlo definitivamente como expresión artística.
Se muestra una serie de fotografías del fotógrafo Alberto Romo, con la dirección artística de José Maldonado y, a través de ese trabajo, se manifiesta la convivencia de dos disciplinas que se relacionan entre sí de manera elegante y maravillosa.

Se muestra también una serie de dibujos de creación propia, realizados con diferentes técnicas y que evocan un universo onírico imaginando a grandes figuras del flamenco tatuadas desde su perspectiva.
«Gracias a los que han creído en mí y me han apoyado en este proyecto ofreciéndome su confianza y su tiempo.»

Agradecida a la Vida, al Tatuaje y, cómo no, al Flamenco».

Gracias a ti, Roberta Venere, por elegir el Tablao Las Carboneras para exhibir esta propuesta revolucionaria que potencia nuestra mirada sobre el flamenco.