Lucía de Miguel

Lucía de Miguel

Lucía de Miguel nace en Huelva, se inicia en el baile en Granada y llega a profesionalizarse en Madrid. Trabaja en tablaos de la capital (Las CarbonerasCasa Patas, Las Tablas, Villa Rosa…) y de Barcelona (Tablao del Carmen, Los Tarantos…).

En 2004 crea Estuaria, compañía que actualmente dirige. Con la que se ha dado a conocer en diversos escenarios nacionales e internacionales.

Su carrera en solitario se vio reconocida con el primer premio del I Concurso de Jóvenes Flamencos, organizado por la Diputación de Granada.

En compañía, Estuaria han sido semifinalistas del Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de la Comunidad de Madrid con la pieza “Triangular”, que da nombre a su segundo espectáculo.

Mariana Collado

Mariana Collado

Bailaora almeriense galardonada con el primer premio de coreografía de Solo en el XXI Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco de Madrid con la coreografía “El cuervo y el reloj” de Kaari Martin (2012). Segundo premio de baile flamenco en el II Festival Internacional de Danza de Almería (2011). Crea y coreografía junto a Carlos Chamorro, su primer espectáculo “Vecinos” en el Festival Flamenco de Madrid (2016), con gran acogida de crítica y público; llevándolo de gira por el Festival de Flamenco de Stuttgart; 9º Festival Casa Del Lago (Ciudad de México); XV Internacional Festival Flamenco de Moscú, entre otros. Y en septiembre de 2017, “Vecinos y la comunidad”, el segundo espectáculo

de creación y dirección conjunta.

Directora escénica de los espectáculos “Bodegón”, del bailarín y coreógrafo José Maldonado, estrenado en Les Nuits FIamencas de Chateauvallon 2016 con la participación de Antonio Canales y Carmen Angulo como artistas invitados; “Ver, oír y bailar” del bailaor Francisco Hidalgo, estrenado en 2017 y “La decisión”, de la bailaora Laura González, también estrenado este mismo año.

Artista invitada en el IV Festival Internacional de Danza de Almería dentro de las Jornadas Tres a compás (2015). Solista en el I Festival Internacional de Flamenco en México, Flamenco Fest UNAM 2014 con la pieza “El terreno del engaño”; en el Flamingo – Contemporary Flamenco Festival of Helsinki con la pieza “Lady’s Circus“ (2011).

Bajo la dirección de Carlos Chamorro forma parte de la compañía Malucos Danza trabajando como coreógrafa y bailarina, participando en los espectáculos “Lorca

Reloaded” (2012), “Sed” (2013) y en las piezas coreográficas “María Ácida y Niño La Traca” y “Seres dormidos” (2013) como ayudante de dirección forma parte de los últimos montajes de la compañía, “Mujeres de Jacinto” (2016) y “La caja del gusano” (2017).

Participa como solista en el espectáculo “Dressed to Dance” en el Tchaikovsky Concert Hall de Moscú (2012) y en The Israel Festival in Jerusalem (2013) dirigido por Carlos Chamorro y producido por Margaret Jova.

Integrante de la Compañía Roni & Kaari Martin, forma parte como creadora e intérprete solista en los espectáculos “Pippi Long Stockings”, “Flamenco trilogía” y “Kill Carmen” y los solos “El cuervo y el reloj” y “La femme rouge” desde 2009 hasta la actualidad.

En colaboración con la Fundación Casa Patas crea el espectáculo “Berimbol” (2013) en el Festival Cultural de Assilah y “Flamenco(s) de plomo y cobre” (2014) en Miami, Washington, Seattle y Olympia con la colaboración especial del coreógrafo y bailarín Carlos Chamorro.

Jurado en el XII Festival Internacional de Flamenco de Moscú (2013) junto con Carlos Chamorro, Karen Lugo, Natalia Zaikova y Urbano Millán.

Participa en la XIII Bienal de Flamenco de Sevilla (2004), con el Centro Andaluz de Danza bajo la dirección de Cristina Hoyos en el espectáculo “Los caminos de Lorca”.

Bailarina de la Compañía de Mario Maya con el espectáculo “Un, dos, tres… fa” dentro del Festival de Jerez (2003).

Juan Fernández

Juan Fernández

Nace en Cádiz en el año 1984. A la corta de edad de diez años comienza sus estudios de flamenco y clásico español en la escuela portuense de Paco del Puerto con el que inicia sus primeros pasos.

Más tarde se traslada a Sevilla para seguir sus estudios de flamenco con los profesores Pilar Ortega, Manolo Marín y Manuel Betanzos. Seguidamente regresa a Jerez de la Frontera para continuar sus estudios de flamenco con el bailaor y profesor Antonio “El Pipa” y con Leonor Leal.

Posteriormente, en la escuela de danza Cibayi, de Cádiz, comienza sus estudios de ballet clásico y español. Prosigue con sus clases de clásico español y se introduce en la danza moderna, todo como complemento a su disciplina, el baile flamenco, de la mano de Charo Cruz, Andrés Peña y Fernando Galán, que hacen que su baile vaya evolucionando y engrandeciéndose.

Actualmente se encuentra en Sevilla en la escuela de Manuel Betanzos perfeccionando así sus estudios de flamenco.

En el 2005, Juan Fernández forma parte de la compañía de Charo Cruz, trabajando por España y el extranjero.

En el año 2006, se traslada a Fuerteventura con la compañía Romantic Espectáculos para realizar una gira por las Islas Canarias de una duración de dos meses. En el mismo año realiza otra gira por la India con la compañía Arte Sherry, dirigida por Chiqui de Jerez. A continuación se traslada a Quito (Ecuador) para trabajar en el Festival Taurino representando con su baile la cultura y tradición flamenca.

En el año 2007 forma parte de la compañía Ballet Flamenco de Madrid y realiza una gira por toda Italia como solista. En ese año intercala dicha compañía con actuaciones tales como Festival de la Liviana o Primer Circuito de Flamenco Ciudad del Puerto de Santa María.

En 2008 Juan Fernández realizó una gira nuevamente por Italia con la compañía de Chiqui de Jerez (Milán, Torino, Roma, Florencia) y participa en la grabación del programa “Scalo76” de la primera cadena italiana RAI, con un papel solista y una gira de duración de dos meses. En el mismo año actúa en el festival de Ginebra (Suiza) con el espectáculo Con los tiempos, además de trabajar en distintos tablaos flamencos de toda España como: El Bereber y La Taberna (Jerez de la Frontera), Casa Carmen, Auditorio Álvarez Quintero, El Arenal, Los Gallos y El Museo Flamenco (Sevilla), La Casa del Flamenco (Granada), Casa Patas, Las Carboneras (Madrid), Tablao Villa-Rosa (Madrid ) y los tablaos El Carmen y El Cordobés (Barcelona). En este ultimo, bajo la dirección de Javier Latorre y compartiendo escenario con grandes artistas como Pastora Galván, Mara Rey, además de ser invitado en el tablao flamenco Costa Dorada (Londres).

Ha trabajado en las Peñas de Guardia del Festival de Jerez y ha sido premiado en el X concurso de la Federación de Peñas de Sevilla  recibiendo el premio de los jóvenes valores del flamenco 2009. En este mismo año Juan Fernandez ha formado parte del elenco de artistas del circuito de peñas de Sevilla.

En el año 2010 fue galardonado en el concurso  de  baile flamenco de Ubrique con el segundo premio y realizó actuaciones diversas con varios artistas, tales como la ópera La traviatta en el Teatro Villamarta de Jerez junto a la gran bailaora jerezana Mercedes Ruiz, además de impartir clases por toda la geografía española, así como por Europa y Estados Unidos (Nuevo México).

En 2011 ha sido galardonado con el segundo premio en el concurso Aniya La Gitana de Ronda (Malaga) y el primer premio en el concurso nacional por alegrías La Perla de Cádiz, ha actuado e impartido clases en el Festival Flamenco de Albuquerque (Nuevo México ) y realizado una gira por todo Japón además de impartir clases.

En 2012, entre los trabajos mas destacables del artista, consta su participación en el Festival Flamenco del Puerto de Santa María con su propio espectáculo De la esencia, donde recibió una gran crítica, y la actuación en el  I Festival  Luna de San Juan (Jerez) con el grupo Sinetiketa, siendo destacado en las criticas por la conocida página flamenca Jerez Jondo, así como su actuación en Cádiz compartiendo cartel con el grandísimo cantaor Juan Villar.

Tambien entra a formar parte de la compañía de la bailaora sevillana María Serrano con el espectáculo Carmen de Bizet con la que realiza una gira por España y Alemania, aparte de una gira por Italia con su propio espectáculo intercalando actuaciones en tablaos flamencos: Los Gallos, Museo Flamenco, El Carmen, Casa Patas, Villa-Rosa, La Casa del Flamenco, Auditorio Álvarez Quintero y Las Carboneras.

Beatrix Molnar

Beatrix Molnar

Ha realizado estudios de fotografía en:

  • Curso de reportero gráfico.
  • Curso de fotografía de estudio y retratos.
  • Escuela Superior Privada de fotografía, diploma de fotografía artística.
  • Curso superior de fotografía de naturaleza.

Después de iniciar la carrera profesional como fotógrafa de prensa en Hungría en 1997, lo compagina con varios trabajos de aerofotografía, fotografía de naturaleza y fotografía del teatro y la escena, donde se enamora del flamenco y se muda a España en 2005 para dedicarse a hacer fotografías y vídeos de arte flamenco.

Durante esos años realiza trabajos a varios artistas importantes de este arte: Antonio Canales, La Lupi, Daniel Doña Cía, Jesús Carmona, Manuel Liñán, Rafaela Carrasco Estévez/Paños Cía, José Porcel, La Talegona, Eduardo Guerrero, Pol Vaquero, Mónica Fernández, Adela y Rafael Campallo, María Juncal, María Moreno, Alejandro Rodríguez y un largo etc.
También trabaja en festivales internacionales de flamenco en España y fuera de nuestras fronteras.

“Alma”
Exposición de fotografía de flamenco en Tablao Las Carboneras

«Parte espiritual e inmortal del hombre, capaz de entender, querer y sentir, y que, junto con el cuerpo, constituye su esencia humana.
Es la principal cualidad identificatoria del movimiento en la materia viviente, haciendo de ella un no-moviente.

»La vida es movimiento, todo se mueve, fuera y dentro, sentimientos, cuerpos, materias, colores, emociones, cuando el movimiento se para, llegamos a ser nosotros mismos. Ese momento es la fotografía».

Gema Moneo

Gema Moneo

Gema Moneo

Desde pequeña ha bailado en diversas peñas flamencas de Jerez. A los 4 años comenzó a tomar clases con Manuela Carpio, con quien bailó por primera vez en varias peñas flamencas de Jerez.
Ha recibido cursos de baile con bailaores y bailaoras como Ana María López, Manuela Carpio, Eva “La Yerbabuena”, Rocío Molina, Farruquito, Farru, Rafaela Carrasco, Belén Maya, Manuel Liñán, Rosario Toledo, Patricia Ibáñez, Mercedes Ruiz, Ángel Muñoz, Andrés Peña, Marco Flores, Manuel Reyes, Antonio “El Granjero”, Juan de Juan, Chiqui de Jerez y Domingo Ortega.
Al cumplir 13 años de edad entra a bailar en el tablao flamenco El Lagá de Tío Parrilla, donde continúa bailando actualmente. Tambien actuó en otros tablaos flamencos de Jerez como La Taberna Flamenca, Tablao Bereber y La Cuna Flamenca. Al año siguiente baila en la peña flamenca de París, en el Festival Flamenco de Londres y en el teatro Villamarta de Jerez, en la presentación del disco de su tío Juan Moneo “El Torta”.

A los 17 años baila en el festival de Ginebra (Suiza), Teatro Alhambra, en los viernes flamencos de Jerez y en el festival de flamenco de Zaragoza. 
Con 18 años comienza a formar parte de la compañía de baile de Farruquito con el espectáculo “Sonerías”, que se estrenó en la Bienal de Sevilla 2010 y en el estreno del nuevo espectáculo de Farruquito “Baile flamenco” con el que han estado de gira por Argentina y Chile en 2012. Seguidamente bailó con Antonio Fernández Montoya “El Farru” en Bogotá y en Estambul. Actualmente trabaja en los tablaos de jerez, el tablao El Arenal (Sevilla), en Las Carboneras (Madrid) y ha participado en el último espectáculo de Farruquito “Baile Flamenco” y como bailaora en los conciertos de Diego del Morao.

Elena Ollera

Elena Ollero

Elena Ollero

Empezó su formación con la maestra Matilde Coral a la edad de 5 años para luego profundizar en la escuela sevillana con el maestro Manolo Marín en un largo aprendizaje. A los 15 años continuó su formación en la academia de Alicia Márquez, y entre el 2010 y el 2012 realizó la formación profesional del Centro de Arte y Flamenco de Esperanza Fernández y Miguel Vargas.

A partir de esa etapa comenzó a realizar un camino en solitario buscando la definición de su estilo personal y tomando como referencia a sus maestros. Su trayectoria la compagina con su criterio estético y artístico. Estos son sus maestros: Juana Amaya, Carmen Ledesma, Juan Montoya “Farruquito”, Jose Manuel “El Oruco”, La Farruca, Luis Peña, entre otros. En la temporada 2014-2015 colaboró como bailaora solista en los espectáculos de la compañía Mudanza Flamenca, donde presentó su trabajo en Andújar (Jaén) y Rute (Córdoba).

El verano del mismo año, con el formato “Cuarteto del Coral”, hizo una gira en las islas griegas e impartió un curso en la academia Arroyo Nuevo de Atenas. En diciembre del 2014, en la ciudad de Tokio, realizó recitales de flamenco y cursos junto a la bailaora Ayasa Kajiyama. A finales del 2015 realiza una gira por Israel y Palestina. A partir de 2016 se instala en Madrid y empieza su bagaje por los tablaos Café de Chinitas, Café Zyriab, Cortijo, Mr. Pinkleton y Las Carboneras. Fue finalista del concurso del tablao Villa Rosa de 2017.

«Para mí, el tablao es la mejor escuela que hay y donde consigues ser tú misma», afirma.

Pedro Córdoba

Pedro Córdoba

Pedro Córdoba

Nace en Sabadell (Barcelona) donde se forma en ballet clásico, escuela bolera, danza española y contemporánea en la escuela de Pastora Martos. Luego se titula por el Institut del Teatre en la modalidad de danza española, a la vez que toma clases de flamenco con La Tani, Manuel Núñez, Antonio Canales, Javier Latorre, entre otros.

Trabaja con Enrique Morente en las representaciones del disco “Omega” con coreografía de Javier Latorre. Más tarde se traslada a Sevilla donde trabaja en la Compañía Andaluza de Danza, dirigida por José Antonio, donde interpreta papeles de solista. Trabaja cuatro años en la compañía de Eva La Yerbabuena, en espectáculos como “Eva”, “5 Mujeres 5”, etc. A la vez, en compañías como la de Javier Barón (“Hombre de hierro, hombre de bronce”, “Pájaro negro”…); Joaquín Grilo (“Jácara”, “De noche”…); Javier Latorre (“Cosas de payos”, “Ambivalencia”, “Triana”…). Forma parte de la compañía Somorrostro de Barcelona como primer bailarín (“Somorrostro”, “Inconexus XXI”), a la vez que realiza actuaciones en los conciertos de Chicuelo, Miguel Poveda, Duquende.

Ha trabajado en dos ocasiones en el ciclo de Jóvenes Flamencos de la Bienal de Sevilla, así como en el Corral del Carbón de Granada.

Trabaja en los tablaos mas prestigiosos de España, como Los Gallos, El Cordobés, Los Tarantos, El Carmen, Las Carboneras, Casa Patas, Corral de la Morería.

Baila y coreografía el espectáculo “Contraste” junto a Juan Ogalla y Daniel Navarro, con quien trabaja como solista en su compañía. Trabaja con Vicente Amigo como bailaor solista en los conciertos de los discos “Un momento en el sonido” y “Paseo de Gracia”. Participa coreografiando para Ana Morales en “Reciclarte” y en “Acuérdate cuando entonces“, de Guadalupe Torres. Trabaja durante cuatro años en la compañía de Rafaela Carrasco en los espectáculos “Vamos al tiroteo” y “Con la música a otra parte”.

Trabaja con Diego del Morao y Antonio Rey en sus conciertos como bailaor solista.

Junto a Antonio Rey monta el espectáculo “Pallápaká” para el festival Flamenco Madrid.

Monta su propio espectáculo “Del 2mil y pico” con su propia compañía para el Original Flamenco Festival de Madrid, que actualmente representa por diversos festivales internacionales como el festival internacional de Ankara, Flamenco Madrid, Festival de Jerez, Festival de Albuquerque, etc. A la vez, realiza actuaciones en solitario y trabajan en diversos tablaos de toda España.

«Pese a haberme formado y haber crecido en varias compañías de flamenco y danza española, para mí el mejor sitio para ver el baile flamenco es en el tablao. Ahí es donde se ve al verdadero artista. Por supuesto que en un teatro se ve a los artistas, su capacidad de contar algo bailando con la ayuda de las luces, la coreografía, la escenografía, etc, pero para mí, si hablamos de baile flamenco, donde se ve realmente es en el tablao, sin ensayos, sin el bailaor saber qué le tocarán los músicos, improvisando, jugando con tu material y estableciendo un diálogo con el resto de artistas que están junto a tí en el escenario, y con el público. En el tablao estamos desnudos, por decirlo de alguna forma,  no te puedes tapar detrás de una coreografía bonita, ahí tienes que sacar la verdad de lo que sabes hacer y para mí ahí está el verdadero baile flamenco».

Entrevista a Pedro Córdoba

 

«El  tablao es la verdad del flamenco»

 

«De mi formación, destacar que, como yo vivía en Barcelona y en aquella época no había mucho flamenco en Barcelona, me obligaron bastante a hacer contemporáneo, clásico, escuela bolera, que yo lo odiaba, y hoy en día estoy súper agradecido a todo ese tipo de danzas que estudié y que no tenían que ver con el flamenco pero hoy en día me sirven muchísimo para conocer mi cuerpo, para tener mucho control sobre el cuerpo, aunque era algo que no me gustaba nada pero hoy en día agradezco un montón el tener ese conocimiento.

»Como anécdota, el primer día que fui a hacer ballet me dijeron que tenía que ponerme suspensores y yo no quería, por supuesto. Y el segundo día, cuando fui a la clase de ballet, me puse los suspensores porque me obligaban pero, como no tenía ni idea, pues me los puse por encima de las mallas, a lo Superman, jaja.

»Sobre mi carrera, la verdad es que no tengo ningún momento que destaque sobre los demás. Lo único que me he estado dando cuenta todo este tiempo es que, sin pensarlo, me he ido encontrando con gente compartiendo escenario que yo admiraba de pequeño y, sin darte cuenta, acabas compartiendo escenario con ellos y haciéndote amigo de muchos de ellos. Es una de las grandes satisfacciones que te llevas dentro bailando flamenco. Ha sido un gustazo, son regalos que te ha dado la vida.

»Y para mí, bailar en el tablao pues es la verdad, la verdad del flamenco. Ahí es donde se te ve el plumero, ahí es donde se ve si controlas, si sabes o no. Tú puedes hacer un espectáculo muy bonito y con una luz perfecta para en ese momento crear un clima o puedes ensayar veinte días con los músicos, pero donde se ve la verdad es en el tablao. A mí me gustaría ver a muchos de los artista de renombre hoy en día es en el tablao, ahí no hay trampa ni hay nada. Ahí hay cante, guitarra y tú bailando, y que sea lo que Dios quiera».

Marina Perea Galeria

Marina Perea

Nace en 1989 en Málaga. Comienza sus estudios en la escuela flamenca de Susana Lupiáñez “La Lupi” (2001-2013). Es licenciada en Coreografía e Interpretación del baile flamenco en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga en 2011. Continua como alumna de la Escuela de Cante Flamenco de la Federación de Peñas Flamencas de Málaga durante tres años (2008-2011), con los maestros Virginia Gámez (cante), Curro de María (toque) y Susana Lupiáñez “La Lupi” (baile).

Se forma también en diversos cursos de baile flamenco con artistas como: Soraya Clavijo, Pastora Galván, Torombo, Rafael Campallo, Juan de Juan, Oscar de los Reyes, Rafael de Carmen, Domingo Ortega, Fran Espinosa, Andrés Peña, Lidón Patiño “La Telera”, Carmen “La Talegona” (en la escuela flamenca de Susana Lupiañez “La Lupi”), Alfonso Losa, Nino de los Reyes, Javier Latorre, Marcos Flores, Jesús Carmona, Pedro Córdoba, Manuel Liñán, Belén de la Quintana, Belén López (en la escuela flamenca “Amor de Dios”), Rocío Molina y Fuensanta “La Moneta” (en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga).

Recibió el primer premio en el concurso de Jóvenes flamencos de la federación de peñas flamencas de Málaga (año 2011).

Fue galardonada con el segundo premio en el I Concurso del Tablao Villa Rosa, Madrid (julio 2012).

En 2019 fue semifinalista del prestigioso concurso del Festival de Cante de Las Minas de la Unión.

Fue componente de la compañía flamenca de Susana Lupiáñez “La Lupi”, actuando en diversas galas por Europa con los espectáculos “7 historias hacen una vida” y “Carmen” de Bizet (2009-2011).

También fue componente de la Cía. Juan de Juan en el espectáculo “Sones negros” en el Festival Veranos de la Villa en los Jardines de Sabatini, Madrid (Julio 2014).

Formó parte de la Cía. de José Porcel en el espectáculo “Moralejas” en Tel Aviv (septiembre 2014) y en la gira por Estados Unidos con el espectáculo “Flamenco Fire” (septiembre, octubre y noviembre 2015).

Ha sido bailaora del cuadro flamenco del tablao Garlochí, Tokio (Japón) (mayo-agosto 2017). Actualmente es componente del cuadro flamenco de diversos tablaos de la capital como Villa Rosa, Las Carboneras, Cardamomo, Casa Patas, Cantares, Las Tablas, La Estación de los Porches.

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Entrevista Marina Perea

«Para mí bailar en un tablao es la forma más verdadera de poder expresarte»

 

«Sobre mi formación contar una anécdota que ocurrió cuando yo tenía cuatro añitos. Me fui a vivir con mi abuela y yo de chica era muy hiperactiva, muy nerviosa. Entonces había una academia de baile en el barrio y mi abuela me apuntó para quemar un poquito de energía y que me fuera a dormir más tranquilita. Allí estuve como tres años o cosa así, hasta los siete. En ese momento nos mudamos de barrio y mi madre me apuntó a la actividad extraescolar de baile. Allí conozco a un niño que estaba en el cole también y también bailaba, y fueron pasando los años y bailábamos juntos en el colegio y en distintos sitios. A los 10 o 11 años él había empezado su formación en el conservatorio ya que era dos años mayor que yo. Él se plantó un día en mi casa y habló con mi madre, como si fuera un niño grande, un hombre. Le dijo a mi madre que él veía que yo tenía mucho talento y que él quería que yo fuese con él al baile al conservatorio y a otra academia en la que él se había puesto a tomar clases. Mi madre habló con la suya y me apuntó en la nueva academia y en el conservatorio. Cuando llegué a la academia era aquella en la que yo estuve con cuatro añitos, pero que ahora la llevaba Susana Lupiáñez, “La Lupi”, que ha sido mi maestra siempre. Digamos que volví al mismo sitio donde de chica mi abuela me apuntó por casualidad. Y ahí he seguido toda mi formación hasta que me vine a Madrid.

»Os voy a contar lo primero que hice a nivel profesional. La primera vez que fui a un tablao fue en mi tierra, en Málaga, a los 16 o 17 años. Me llamó mi maestra porque necesitaban a una chica en un sitio, y ahí me presento en el tablao. Yo no tenía ni idea de qué iba la movida, yo llegué con un vestido súper bonito, muy arreglada, con mi peinado muy bien hecho, mi moño con redecilla, todo muy bien, como si fuera a hacer una prueba de conservatorio. Yo no tenía mucha idea. Entonces estaba en el camerino y las chicas que había, que no eran tan chicas y eran más bien señoras, de 30 o 40 años, tenían la sensación conmigo de ¿esta niña quién es y de dónde viene? Fue súper gracioso porque una de las bailaoras entró en el camerino y, sin saludarme siquiera, me miró de arriba abajo y me preguntó “¿tú quién eres?”. Y yo me quedé muy cortaíta, muy avergonzada, y dije “Hola, soy Marina Perea y soy alumna de Lupi, que ha hablado con la jefa del tablao”. Y directamente, sin decir ni palabra, lo primero que hace es sacarme ritmo por bulerías con las palmas y me dice: “¡A ver que lo vea!”. Vamos, me estaba haciendo como una prueba de acceso al tablao, me estaba haciendo una prueba para ver por dónde le iba yo a salir, a ver si yo bailaba a ritmo o no, si no tenía ni idea o tenía un poquito. Total que, cuando yo me veo en esa tesitura, esa muchacha tocándome palmas y yo con la cara desencajada, mi primer día con mi redecilla puesta, menos mal que tuve un poquito de lucidez y salí y le dije: “Sí, hazme palmas que quiero ver si tengo bien cuadrada una pataíta por bulerías que he sacado esta mañana”. Saqué la mejor patada que yo tenía, mi mejor recurso, la que tenía segura y firme, y se la hice en el camerino. Me dijo. “Vale, vale, está bien”. Me dio el consentimiento de sentarme en el taburete al lado de ella. Esa sería mi anécdota.

»Para mí bailar en un tablao significa poder bailar de la forma más libre que uno puede llegar a sentir, ya que no hay una coreografía establecida, no sabes qué va a suceder y hay muchos factores que te influyen a ti y al resto del cuadro. Primero, el factor emocional, el cómo uno se encuentre emocionalmente y también cómo estén tus compañeros. Entonces, para mí bailar en un tablao es la forma más verdadera de poder expresarte. Para mí realmente eso lo significa todo porque a mí me gusta moverme en la vida con la verdad absoluta a nivel de las emociones y poder expresarte tal y como te sientes y contar quién eres y como ves la vida a través de tu baile de la manera más verdadera y con total libertad. Evidentemente, existen unos códigos y todos tenemos unos recursos, pero la improvisación y la intuición te ayudan a llevarte por ese camino. Y después también, de manera artística, quitando ya la parte emocional y existencial de lo que significa bailar; de manera artística el tablao te curte, te hace ponerte las pilas y espabilarte. Ahí también uno saca de sí mismo toda la capacidad que tiene de adaptarse rápido a las cosas, a todos los cambios que surgen, del apoyo a los compañeros, de trabajar y controlar la energía de uno… Entonces, en cuestión artística eso te pone las pilas y te hace crecer muchísimo. Yo, desde que llegué a Madrid hace ocho años, era algo que deseaba y ansiaba (de manera bonita) poder bailar en un tablao. Porque sabía que ahí realmente era donde iba a saber qué era el flamenco, el baile flamenco, desde  su origen. Evidentemente todo ha evolucionado, pero esa sigue siendo la verdad absoluta y lo que el flamenco es realmente. Para mí es primordial en la carrera de un artista flamenco pasar por el tablao, claro que sí. Pasar por el tablao y no como algo de paso sino vivir en el tablao aunque hagas muchas otras cosas, pero vivir en el tablao y tenerlo presente en toda tu carrera, claro que sí».

Lucía Alvárez

Lucía Álvarez “La Piñona”

Jimena de la Frontera (Cádiz), 1985. Empieza a bailar a la edad de 10 años en varias academias de baile de El Campo de Gibraltar, hasta que con 17 años se traslada a Granada. Allí sigue su formación con Luis de Luis y Stella Arauzo.
Un año después decide afincarse en Sevilla, donde hoy reside, para estudiar en la Fundación de Arte Flamenco Cristina Heeren con maestros como Milagros Mengíbar, Rafael Campallo o Carmen Ledesma. Durante dos años es becada por dicha fundación, ejerciendo de monitora.
A su vez se sigue formando paralelamente con varios maestros como son Andrés Peña, Eva Yerbabuena, Rubén Olmo o Andrés Marín.
Actualmente se la puede ver en los tablaos flamencos Las Carboneras, El Arenal, Los Gallos, El Museo del Baile Cristina Hoyos y Auditorio Álvarez Quintero de Sevilla.
Ha logrado conseguir el primer premio El Desplante en el 51 Certamen de Baile Flamenco de La Unión, Cante de las Minas 2011.
También cuenta con el primer premio del concurso de jóvenes flamencos de la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla 2009 y el primer premio del concurso de Ronda Aniya “La Gitana” 2007.
En junio de 2011 participó en el Primer Festival Flamenco de Tokio compartiendo cartel y teatro con artistas como Farruquito, “La Moneta”, Olga Pericet o Enrique “El Extremeño”.
Forma parte de la compañía de Felipe Mato, con quien estrena en 2009 “Calle Sierpes” en el Festival Flamenco de Mont de Marsan, Festival Flamenco de Dusseldorf 2010 y, posteriormente, en Saint Tropez, Francia.
Ha hecho colaboraciones de pies para los discos “Cuando Lebrijano canta, se moja el agua” de Juan Peña “El Lebrijano” y para “Rosa de los vientos”, de Juan Ramón Caro.
Ha realizado el circuito flamenco de la Diputación de Sevilla en los años 2009 y 2010, así como los circuitos de Peñas de Guardia de la Federación de Peñas de Sevilla en los años 2008 y 2009.
Ha hecho varias giras en el extranjero en sitios como Ecuador, San Petersburgo, Indonesia, Líbano, Londres, Holanda, Bélgica o Kenia. En esta última hace una colaboración con la Garden Opera de Londres dentro del espectáculo “Carmen”.
En 2012 presenta su primer espectáculo es solitario en la XVI edición del Festival de Jerez.

En un tablao como Las Carboneras hay mucha libertad

«Para mí, después de haber estado en distintas academias tradicionales, cuando llegué a la Fundación Cristina Heeren en Sevilla supuso un cambio bastante importante en mí porque, más allá de los profesores que tuviera, que eran maestros, que eran buenos, como Milagros Mengíbar, Carmen Ledesma o Rafael Campallo más allá de eso fue porque era la primera vez que estaba tantas horas dedicada al baile. Era todos los días, un montón de horas, y supuso un cambio físico y mental grande. Me acabo de dar cuenta de que no he tenido un maestro, he tenido muchos, he aprendido de mucha gente, pero no tengo una persona que diga: este es mi maestro. Puedo decir que he aprendido muchísimo de Andrés Peña, en su momento, porque estudié con el en un momento en que era una esponja y estaba muy verde. Además, él es un pedazo de bailaor y sabe enseñar muy bien a bailar. Fuera de pasos y de coreografías, sabe enseñar muy bien a bailar y yo siento que me enseñó mucho. También he aprendido mucho con Andrés Marín. He aprendido mucho de mucha gente, pero no siento que tenga un maestro.
»Luego, donde creo que he aprendido ha sido en mi primer tablao, en El Arenal. He aprendido muchísimo de verte en el escenario, de tener que sacar adelante los números sin estar todavía cuajada. Y ves a una compañera y a otra, desde la manera de estar en un camerino a la manera de salir a un escenario, de arreglarte, de comportarte. Eso lo he aprendido trabajando. Para mí, trabajar en los tablaos creo que es lo más importante. Podría destacar a gente con la que he trabajado y ha sido importante para mi carrera, pero pienso que lo que te hace es trabajar en diferentes sitios. No solo en los tablaos o en los teatros, no solo de solista o de cuerpo de baile. Para mí es un lujo poder trabajar en teatros y en compañía y a la vez poder estar en los tablaos. En espacios grandes, pequeños, con gente con la que tienes afinidad y con la que no, un día que tienes ganas de bailar y otro día que no. Para mí eso es aprender a bailar. Me encanta trabajar en los tablaos porque es un flamenco muy cercano y real, porque es el momento. Y en un tablao como Las Carboneras me encanta porque siento que hay mucha libertad, puedes ser quien tú eres, puedes proponer las cosas que quieres hacer y normalmente son bienvenidas y luego suelo coincidir con gente de mi gusto artística y personalmente. Por todo eso».

Lidón Patiño

Lidón Patiño

Lidón Patiño

Titulada por el Conservatorio Profesional de danza de Madrid. Formada de la mano de grandes figuras del flamenco. Ha trabajado en compañías como en la de Lola Greco. Solista en varias compañías como las de Rafael Amargo, José Huertas y Marta Fernández, y en el gran espectáculo “De flamencas” de Marco Flores, entre otros.

En 2011 es galardonada con el primer premio de flamenco en el Concurso Internacional de Danza de Almería, y, a final de dicho año, es premiada como Joven Promesa del Flamenco en el XX Certamen de Danza Española y Flamenco de Madrid.

Ha presentado espectáculos propios en festivales de prestigio como Suma Flamenca de Madrid, donde estrenó “Reflejo”, y el Festival de Jerez, donde llevó el espectáculo “Flamenco”.  Formó parte también del Festival de los nuevos valores del flamenco XI Larachí Flamenca, estrenando su espectáculo en Sevilla y llevándolo a Paris y a Turquía.

En abril de 2013 viajó a Japón con Enrique “El Extremeño” y comparte escenario con artistas excepcionales como Juan de Juan, Jesús Carmona, La Moneta, Carmen la Talegona, Luis de Luis, Soraya Clavijo, Karime Amaya y Farruco para el Festival Flamenco en Japón 2013.

Ha impartido cursos de flamenco en diferentes países del mundo, y durante sus estancias en Madrid imparte cursos intensivos en la prestigiosa escuela de flamenco Amor de Dios.

En Madrid trabaja en tablaos como Las Carboneras, Casa Patas, Villa Rosa, El Corral de la Morería, El Café de Chinitas, entre otros.

Actualmente es una de las componentes de la reconocida banda fusión Patáx, con la que ha recorrido los mejores festivales de jazz, viajando a países como EE UU, Lituania, Francia, Costa Rica, Brasil, Perú, Portugal, Polonia, República Checa, Alemania y Marruecos.

 

Entrevista Lidón Patiño

 

«En cuanto a mi formación lo que destacaría es que me he formado con muchísima gente porque en Castellón hubo una audición-concurso todos los veranos y, si concursabas, te otorgaban una beca. Desde el primer año que se empezó a hacer, cuando yo tenía 13-14 años, me presenté y gané varias becas muy buenas que me permitieron venir por ejemplo a Madrid, la primera vez. Los cursos no solo eran de flamenco, sino también de danza clásica, estilizada y flamenco, por supuesto. Otro año me mandaron a Jerez y otro a la Fundación, a Sevilla. O sea, que tuve la oportunidad de aprender con grandes maestros y de mucha variedad. Sí tengo que destacar es que con quien más estudié los últimos años de mi formación en el Conservatorio en Madrid y de forma personalizada fue con Carmen La Talegona, de quien fui alumna suya. Pero no ya solo porque me enseñara en las clases sino porque aparte es una amiga y compartíamos muchos ratos juntas y aprendí mucho de verla a ella bailar, de conocer mucho su baile y ver cómo ella lo usaba. Yo aprendí mucho de Carmen. Llegó un momento en que nos metíamos las dos a estudiar y sacar cosas juntas. Así que la mezcla de respeto hacia esa artista y el querer mejorar, me hizo ser muy creativa.

»Hubo un antes y después en mi carrera cuando empecé a trabajar con Marco Flores. Antes, cuando yo pensaba que no podría trabajar en ninguna compañía debido a mi estatura pequeñita, que no es el estereotipo de bailaora de compañía, entré en la compañía de Rafael Amargo como solista. Antes había trabajado con Lola Greco y con Marta Fernández y José Huertas, que fue la primera compañía en la que fui como solista. Pero el antes y después fue con Marco, que para mí fue algo muy importante en mi vida porque fue un solo espectáculo y una temporada, pero giramos por el mundo entero. Yo aprendí mucho de él, de poder bailar a su lado… No sabría expresarlo con palabras, pero me aportó tanto a nivel artístico y a nivel humano y de liderazgo, de cómo él ha llevado su compañía, que me parecía espectacular. La verdad es que eso fue un antes y un después.

»¿Anécdota? En el Festival de Flamenco de Japón en el que, por unas cosas y por otras, me vi programada en un cartel en el que estábamos cinco bailaores y cinco bailaoras y todos ellos habían sido mis ídolos, mis maestros, personas que yo llevaba viendo años y que veía súper lejanos. Me veía muy chiquitita, pero aprendí mucho en ese viaje. Íbamos Karime Amaya, La Talegona, Soraya Clavijo, La Moneta y yo, de mujeres. Y de hombres iba El Farru, Juan de Juan, Jesús Carmona y Luis de Luis. O sea que, para mí era como decir qué leches hago yo aquí. Pero lo guardo como anécdota en el aspecto de que ¡aprendí tanto compartiendo con ellos! Aprendí mucho y, además, me sentí muy a gusto con ellos y me gustó la experiencia, me gustó verles bailar entre cajas cada día. Fue una experiencia muy bonita y fue un regalo de estos que te pone la vida y valoro mucho la oportunidad de haber podido estar ahí.

»Para mí bailar en un tablao es una mezcla entre mucho, mucho, mucho respeto y autosuperación constante. Es como la prueba de fuego, ahí se ve lo que tú eres como artista. Para mí es un reto cada día que te subes a un tablao, hay que sacar lo mejor de uno, hay que estar hábil en la respuesta bailando y me parece que bailar en un tablao nos hace a los bailaores ser más conocedores cada día un poquito más. Aunque creo que nunca se deja de aprender en esto y menos en un tablao. En un tablao se está en constante aprendizaje. Para mí es un honor y es un honor poder estar en Las Carboneras, que es una de mis casas favoritas, donde yo más a gusto me siento y es un honor que contéis conmigo  porque disfruto de corazón, de verdad».