Marco Flores

Nacido en Arcos de la Frontera, 1981. Es un bailaor y coreógrafo español de flamenco y danza española. Entre los distintos premios recibidos, destaca por ser ganador del pemio de baile del Concurso Nacional de Arte Flamenco, en 2007 de Córdoba. A lo largo de su trayectoria ha trabajado con artistas como Olga Pericet, Sara Baras, Rafaela Carrasco, Mercedes Ruiz, Manuel Liñán o Daniel Doña. Desde 2010, dirige su propia compañía de danza, Cía Marco Flores, que cuenta con tres producciones: «DeFlamencas«, «Tránsito» y «Laberíntica».

Durante su infancia desarrolló una profunda vinculación con el flamenco que le llevó a interesarse por el baile desde su adolescencia. Sus primeros años de aprendizaje fueron autodidactas, aunque complementó su formación con Antonio Canales y Javier Latorre, tomando algunos de sus cursos intensivos.

A los 18 años empezó a trabajar en tablaos, lo que le permitió consolidar su aprendizaje. En el año 2000 inicia un periodo de dos años en el que trabajará para distintas compañías: primero en la de Sara Baras y luego en la de Rafaela Carrasco. En ese periodo, también colaboró como artista invitado en la compañía de Miguel Ángel Berna y en la de Mercedes Ruiz.

A partir de 2003, inicia su andadura como codirector y coproductor de sus propios espectáculos junto a Manuel Liñán (“Dos en compañía”), Manuel y Olga Pericet (“En sus 13”, “En clave”) o con Olga y Daniel Doña (“Chanta la muí”, “Complot”, “Recital”). Durante más de seis años presentaron sus proyectos conjuntos.

En 2010 crea su propia compañía. Cía Marco Flores estrena su primer espectáculo, “DeFlamencas”, ese mismo año en el Gran Teatro de Córdoba. “DeFlamencas” consigue el Premio de la Crítica Especializada del Festival de Jerez de 2012.

Es también en 2012 cuando la compañía presenta su segunda producción, “Tránsito”, en los Teatros del Canal de Madrid durante el Festival Suma Flamenca. Con “Tránsito” giraron tanto por España como por Europa (Alemania, Suecia, etc).

Su siguiente gran producción se llama “Laberíntica”, y fue estrenada en el Teatro Cervantes, en el marco de la Bienal de Arte Flamenco de Málaga. “Laberíntica” también se presentó en marzo de 2014 en el Teatro Villamarta, durante el Festival de Jerez 2014. «Laberíntica» también ha sido presentado en importantes festivales internacionales, como el Kuopio Dance Festival, en Finlandia.

En 2015, la compañía estrenó el espectáculo «Paso a dos», protagonizado por el propio Marco y Olga Pericet, ganadora del premio El Ojo Crítico de Danza 2014 y del Premio Max 2015 a la mejor bailarina.

En 2015 coreografió al Ballet Nacional de España en su producción, llamada «Alento y zaguán». En 2016, estrenó su producción “Entrar al Juego”, en el XX Festival de Jerez, donde cuenta con artistas invitados como Carmela Greco y Alejandro Granados. Este espectáculo estuvo en gira por Estados Unidos en 2017, pasando por festivales como el Flamenco Festival de Albuquerque.

Ese mismo año, la compañía estrenó su espectáculo “Fase Alterna” en los Teatros del Canal de Madrid. Esta producción estará girando durante 2018 y 2019, pasando por importantes plazas tales como el Festival Internacional Madrid en Danza o el Festival de Jerez.

En 2018, estrenó su primera pieza para espacios no convencionales: “Extracto abierto”. La pieza ha sido seleccionada para girar dentro de la red de festivales ACieloAbierto. Además, recientemente también se estrenó el primer solo de Flores hasta el momento, “Extrema”, presentándose en distintos teatros y festivales de Asia y Europa.

En 2019, Marco Flores ha recibido el Premio Ojo Crítico de Danza, de Radio Nacional de España.

En la actualidad, Marco viaja por todo el mundo con su compañía, presentando sus espectáculos. También continúa coreografiando y colaborando con distintos artistas y compañías. En 2016 ha coreografiado para la Compañía Daniel Doña, y también para el Ballet Nacional de España en su producción llamada “Alento y zaguán”. Recientmente también ha coreografiado en los últimos espectáculos de Olga Pericet, Jose Manuel Álvarez, Conservatiorio Profesional Fortea, entre otros. A lo largo de su carrera ha actuado en varias ocasiones en diversos tablaos, incluido Las Caboneras.

Marco Flores entrevista

 

— ¿ Cual es el encanto que le encuentras al baile de tablao?

— El tablao a mí me encanta porque es un sitio en el que yo me siento muy identificado y con el que mi carrera ha ido ligada. De hecho mi carrera empezó en un tablao, empecé a bailar profesionalmente en el tablao El Cordobés de Barcelona. Lo he ido alternando con mi trabajo en compañías o con la mía propia actuando en festivales, teatros y demás con el baile en el tablao.

—Empezaste en un tablao a los 18 años, casualmente en Barcelona, porque tú eres del sur, ¿no?

— Sí porque el director del tablao fue a hacer una audición a Jerez, yo me enteré, me presenté y me cogió. Eso para mí fue una oportunidad de poder salir de allí y empezar de una manera profesional trabajando todos los días con artistas que tenían mucha más carrera que yo. La verdad es que fue la oportunidad.

—El tablao es un formato de espectáculo que se presta mucho al aprendizaje, a que los artistas aprendan unos de otros quizás por la improvisación diaria, ¿no?

— Claro, lo bueno de un tablao es eso, la improvisación es uno de los factores mas importantes. Y también que continuamente te estás rodeando con artistas nuevos. Cada día te canta o te toca la guitarra una persona distinta o ves bailar a compañeros distintos cada día. Eso hace que tengas una visión muy caleidoscópica de todo, es más rico, hace que aprendas más rápido.

—Poniéndote en un compromiso, ¿podrías hablar de tablaos en los que hayas trabajado, como por ejemplo Las Carboneras y otros tablaos que conozcas? ¿Qué características destacarías de los que más te gustan?

— Los tablaos donde más he trabajado han sido El Cordobés, Las Carboneras, Casa Patas y Corral de la Morería. Y son tablaos a los que yo les tengo mucho cariño porque son tablaos que yo he estado pisando desde que empecé a bailar. Entonces forman parte de mi carrera.

—¿Y cuál es la diferencia fundamental entre el tablao y el espectáculo en teatro?

— Hay muchas diferencias. Yo los colocaría los dos al mismo nivel de lo gratificante que es trabajar en cada uno de los espacios. Lo que pasa es que son distintos medios, el tablao es un lugar donde se improvisa mucho más, a lo mejor te encuentras con gente con la que no has trabajado nunca y tienes que trabajar en ese momento, eso es muy bueno. También el público, las personas para las que estás bailando, está mucho más cerca. El lenguaje es distinto. Sí que es verdad que un tablao para mí es más difícil porque ahí realmente se ve tu nivel de conocimiento y tu nivel físico. Tienes que estar más alerta porque no hay nada medido ni estipulado ni montado, pero la ventaja que tiene un tablao es que es más fácil llegar al público. En el teatro, sin embargo, vas con todo más estipulado, más montado, con los músicos has tenido ensayos previos, está todo más preparado. En mi caso, hablando siempre personalmente, en un teatro me cuesta más llegar a todo el mundo.

— ¿Te gustaría mencionar a alguien que te haya influido especialmente a lo largo de tu carrera en tu trabajo tanto en teatro como en tablaos? Por ejemplo, empezaste formándote con Canales, Javier Latorre, luego pasaste a compañías con Sara Baras, Rafaela Carrasco…

— Yo la verdad es que mi formación ha sido muy poquita porque empecé a bailar muy tarde, con 17 años, y aunque en mi casa siempre ha habido tradición de flamenco porque mis padres han sido muy aficionados, mi formación ha sido muy poquita, La verdad es que mi formación ha sido a base de trabajar, trabajando en tablaos, esa ha sido mi escuela realmente. El tablao y trabajando en teatros. Para mí todos los compañeros con los que yo he ido compartiendo escenario olas figuras con las que he trabajado en compañía para mí han sido todos referentes míos porque de todos he aprendido muchísimo. Si tengo que destacar, casos especiales han sido para mí Olga Pericet, Daniel Doña o Manuel Liñán porque es verdad que, a parte de haber sido compañeros con los que he aprendido muchísimo y he compartido vivencias artísticas maravillosas, también creo que los cuatro formamos un tándem donde hicimos una especie de laboratorio creativo y donde crecimos mucho tanto como intérpretes como coreógrafos. Creo que ese tándem ha sido crucial en mi carrera, creo que clave.

—En 2010 decidiste crear compañía propia en solitario. ¿Por dónde ha ido tu búsqueda en el flamenco una vez que has ido por tu cuenta?

— La verdad es que nunca ha tenido un rumbo, siempre ha ido dependiendo del momento en que ha tenido lugar la creación. Según la época de mi vida que se ha estado dando, el proceso creativo ha ido hacia un lado o hacia otro. Nunca ha tenido nada estipulado ni tampoco he querido porque soy muy cambiante, la verdad. Prefiero dejarme libre porque nunca sé por dónde voy a ir, depende mucho del momento, lo que esté viviendo, de la gente con la que esté trabajando. Lo dejo muy abierto, la verdad. Y lo he dejado siempre muy abierto, desde que empecé a hacer producciones yo solo cada producción ha sido totalmente distinta.

— ¿Cómo ves la evolución del flamenco actualmente, cómo ves a los jóvenes y loq eu se está haciendo ahora?

— Lo que más me llama la atención, aparte de que hay gente bailando increíblemente y que hay buenísimos intérpretes y coreógrafos, y que creo que el flamenco y sobre todo el baile goza de un momento maravilloso, lo mejor que veo es la afición que hay. Porque tal y como está todo de mal, porque la situación de la cultura y de la danza está siendo paupérrima, la gente está siendo súper aficionada, creo que le tienen un amor incondicional al flamenco y es admirable.